Puntos Clave:
- Thomas J. Bickerton, presidente del Concilio de Obispos/as, ve potencial para enfrentar grandes cambios que resulten de la Conferencia General.
- En su discurso presidencial final pidió a sus compañeros/as obispos/as que consideren cómo pueden utilizar esos cambios para ayudar a centrar a la iglesia en su misión.
- Los/as obispos/as no tienen voto en la Conferencia General pero Bickerton enfatizó que sí tienen un papel en lo que viene después para La Iglesia Metodista Unida.
Apenas unos días antes de la apertura de la Conferencia General retrasada por el COVID, el Obispo Thomas J. Bickerton dijo a sus compañeros/as obispos/as que ve la posibilidad de que se produzcan grandes cambios durante la reunión del principal organismo de formulación de políticas de La Iglesia Metodista Unida (IMU).
Esos cambios potenciales incluyen lo que muchos/as delegados/as laicos/as y clérigos/as a la Conferencia General han llegado a llamar “las tres R”, pues se trata de la Regionalización, los Principios Sociales Revisados y la eliminación del lenguaje restrictivo de larga data de la denominación contra las personas LGBTQ, incluido el fin de la declaración de hace 52 años de que “la práctica de la homosexualidad…. es incompatible con la enseñanza cristiana”.
En su discurso final como presidente del Concilio de Obispos/as, Bickerton dijo que si se aprueban algunos de estos cambios o cualquier combinación de ellos “esto representará uno de esos cambios sísmicos en quiénes somos como denominación”, por lo que hizo un llamado a los/as líderes episcopales y de otras iglesias a utilizar “este cambio sísmico” para promover la misión de la denominación de hacer discípulos/as de Jesucristo para la transformación del mundo.
“Si podemos y tenemos muchas posibilidades de ver cómo comienza a surgir la próxima expresión del metodismo unido. No hace falta decir que este es un momento en el que no sólo veremos parte del polvo asentarse, sino que también veremos surgir nuevas tormentas de polvo” dijo Bickerton en una reunión previa a la Conferencia General a la que asistieron unos/as 95 obispos/as activos/as y retirados/as de todo el mundo.
Los/as obispos/as se reunieron en el Hotel Omni en el centro de Charlotte, a pocas cuadras del centro de convenciones donde delegados/as laicos/as y clérigos/as de cuatro continentes se reunirán del 23 de abril al 3 de mayo para tomar decisiones que darán forma al futuro de la denominación.
Como mencionó Bickerton, tres de las grandes propuestas ante los delegados incluyen:
• Regionalización Mundial que tiene como objetivo dar a las conferencias centrales que incluyen 7 regiones de la iglesia en África, Europa y Filipinas, y a los Estados Unidos igual autoridad para adaptar partes del Libro de Disciplina que tiene las políticas de la denominación, a su contexto misional. La regionalización requiere enmendar la constitución de la denominación, y ratificarla requiere al menos dos tercios de los votos en la Conferencia General y al menos dos tercios de los votos totales en las conferencias anuales de la denominación, organismos regionales con votantes laicos/as y clérigos/as de múltiples iglesias.
• Principios Sociales Revisados resultado de múltiples peticiones que revisan el testimonio social de la denominación, y esta revisión ya no haría ninguna referencia a la homosexualidad. Desde 1972, los Principios Sociales han declarado que “la práctica de la homosexualidad… es incompatible con la enseñanza cristiana”.
• Eliminación de políticas restrictivas contra las personas LGBTQ, incluidas las prohibiciones de larga data para el matrimonio igualitario y el clero gay “practicante autodeclarado”.
Cualquiera que sea su decisión, los/as delegados/as no serán los/as únicos/as que harán historia en esta histórica Conferencia General pues durante la reunión de dos semanas, la Obispa Tracy S. Malone del Este de Ohio, tomará el mazo como próxima presidenta del Concilio de Obispos/as. Ella fue elegida por sus colegas obispos/as y será la primera mujer afroamericana en ocupar ese cargo.
Los/as obispos/as no tienen voto en la Conferencia General; sin embargo, presiden sesiones plenarias, oran con los/as delegados/as y predican durante el culto. "No podemos votar pero podemos reunirnos e influir, inspirar y orar; y eso se presta a una comprensión y apreciación más profunda de nuestro papel como obispos/as aquí en Charlotte" dijo Bickerton y agregó que los/as obispos/as también tienen un papel en la elaboración de estrategias sobre lo que viene después de que lo que se decida en la Conferencia General que cambie la situación.
Bickerton quien también dirige la Conferencia Anual de Nueva York, tiene en mente los terremotos después de que un temblor de magnitud 4,8 el 5 de abril, con epicentro en Nueva Jersey, sacudiera la ciudad de Nueva York y enviara temblores a todo el noreste de Estados Unidos. “De hecho pensé: ‘¡Dios mío, qué pasaría si algo como esto sucediera a mayor escala y tuviéramos que posponer la Conferencia General nuevamente!’. Aunque algunos/as me han sugerido que no es una mala idea, creo que es hora de que estemos aquí” reconoció Bickerton al comienzo de su discurso.
No hay duda de que La IMU ya ha soportado años de agitación, pues la pandemia ha provocado repetidos aplazamientos de la Conferencia General, que normalmente se reúne cada 4 años, y esta vez nos reuniremos 8 años después de la última sesión ordinaria.
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La denominación también ha experimentado el tumulto de desafiliaciones que ha visto a más de 7.600 iglesias estadounidenses, aproximadamente una cuarta parte de las congregaciones estadounidenses de la denominación en 2019, abandonar la denominación bajo una política que expiró a fines del año pasado. También ha visto la salida de iglesias en Estonia, Francia, Bulgaria, Eslovaquia y Kenia, donde algunas de esas iglesias se han ido siguiendo los procedimientos permitidos por el Libro de Disciplina, y otras lo hicieron sin tener en cuenta los procedimientos.
En cualquier caso, el resultado de estos retrasos y salidas es que un grupo de delegados/as muy diferente al que se reunió en Portland, Oregon, en 2016 vendrá a la Conferencia General en Charlotte.
Además de las otras posibilidades legislativas que mencionó, Bickerton señaló que los/as delegados/as considerarán un presupuesto denominacional muy reducido: un recorte del 43,8% en comparación con el presupuesto denominacional aprobado en 2016, lo que representa la mayor reducción en la historia de la denominación y da como resultado recortes a escala en los ministerios denominacionales, incluido el número de obispos/as.
Según el presupuesto propuesto, el total de obispos/as activos/as en La IMU disminuiría de 66 a 54, lo que significa financiar 14 obispos/as menos en los Estados Unidos que pasarán de 46 a 32. Además, existe un plan para agregar 5 obispos/as más en África que cambiaría a solo 2 obispos/as adicionales, elevando su número en el continente africano de 13 a 15.
Los/as obispos/as estadounidenses esperan cubrir áreas más grandes y tal vez asumir menos responsabilidades denominacionales. Bickerton dijo que ellos/as pueden aprender de la experiencia de sus colegas en las conferencias centrales, donde los/as obispos/as han experimentado durante mucho tiempo la supervisión episcopal en grandes áreas geográficas, que a veces incluyen varios países.
“Pero yo diría que el papel del/la obispo/a no está cambiando” dijo Bickerton, pues ese papel se describe en el Párrafo 403 del Libro de Disciplina. El ministerio incluye liderar las disciplinas espirituales, enseñar la fe, proyectar una visión para la iglesia, dar testimonio profético para la transformación del mundo y, significativamente, trabajar hacia la unidad de la iglesia.
El Obispo Samuel J. Quire Jr. de la Conferencia de Liberia, dijo que sentía que Bickerton enmarcaba muy bien el papel del/la obispo/a: “Pase lo que pase aquí, nosotros/as como obispos/as, tenemos que ser los/as líderes y liderar la iglesia. Aunque no tenemos derecho a voto, como presidente debemos dirigir esta denominación”.
Esta será la primera Conferencia General de la Obispa Kennetha Bigham-Tsai de la Conferencia Anual de Iowa como líder episcopal en lugar de delegado/a. Admitió que pasar de la plenaria a sentarse en silencio en el estrado con otros/as obispos/as es un pequeño ajuste. Ella también apreció el recordatorio de Bickerton sobre el papel del/la obispo/a: “Él realmente nos indicó que estuviéramos abiertos/as a cómo el Espíritu se moverá para moldear la iglesia en el futuro, mientras nos concentramos en esas partes importantes de dirigir realmente la misión y el ministerio, rodeando realmente a los/as delegados/as con la oración”. Añadió que la oración será muy importante, pues como delegada, sabe que la Conferencia General puede ser “un trabajo muy volátil y muy duro”.
Bickerton reconoció al principio de su discurso que una fuente de ansiedad en la próxima Conferencia General es que algunos/as delegados/as y algunos/as que buscan influir en ellos/as ya tienen planes de abandonar La IMU.
Ya varias de las congregaciones que se desafiliaron se han unido a la Iglesia Metodista Global, una denominación disidente teológicamente conservadora que se inició en 2022. Pero los grupos de defensa no oficiales que ayudaron a formar la nueva denominación, la Asociación del Pacto Wesleyano y Buenas Noticias, todavía planean tener representantes en la Conferencia General, para defender la desafiliación y oponerse a la regionalización.
“Existe el riesgo de no saber quién estará realmente en la sala. Se han hecho y probablemente se están haciendo, intentos de organizar a personas que no tienen intención de estar en la sala a largo plazo pero que, por alguna razón, se deleitan con la idea de que tal vez puedan dar un último golpe de despedida antes de su salida” concluyó Bickerton.
Muchos/as delegados/as que vienen a la Conferencia General también están llenos/as de angustia como resultado de las turbulentas sesiones pasadas de la Conferencia General, reconoció Bickerton. A muchos/as en toda la denominación, incluidos/as los/as obispos/as, también les preocupa que varios/as delegados/as de África no reciban visas ni boletos de avión para asistir.
Todas estas preocupaciones trajeron a la mente de Bickerton la experiencia de algunos de los primeros cristianos y como pasaje bíblico para su discurso, Bickerton usó Efesios 4:1-6,14-31 (versión Reina Valera Actualizada 2015), en el que Pablo anima a la iglesia pendenciera de Éfeso a desechar “toda amargura, ira, enojo, contienda y calumnia junto con toda malicia”. En cambio, insta a estos primeros feligreses a “ser bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, como Dios en Cristo os perdonó a vosotros”.
Bickerton señaló que Pablo entendía cuán relevante era Éfeso, una importante ciudad portuaria en Asia Menor, para la misión de difundir el Evangelio: "Si la iglesia pudiera trabajar allí, tendría un gran impacto en el movimiento del cristianismo en todas partes".
Asimismo, añadió, si los/as obispos/as y otros/as metodistas unidos/as pueden trabajar juntos aquí en Charlotte, la denominación puede seguir teniendo impacto en todo el mundo: "Pero tenemos que mantenernos concentrados/as y en el punto, siendo audaces para liderar con un espíritu vital y renovador, un compromiso de enseñar, una visión para la iglesia, un compromiso de transformación y una pasión por la unidad”.
* Hahn es asistente al editor de noticias para Noticias MU. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org
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