Pentecostés es el sonido de una Iglesia en llamas con una hospitalidad radical, capaz de transformar los paradigmas de pertenencia y aceptación en un sonido abrumador de viento impetuoso que trastorna a todos. Es el sonido que el mundo necesita guiar ahora mismo y que anhela más que nunca.
Los/as líderes metodistas unidos/as deberían dejar de perseguir objetivos ideológicos y, en cambio, centrarse en hacer discípulos de Jesucristo, dice un miembro que tiene muchos años en la iglesia.
Al dejar atrás un período de división, la Iglesia Metodista Unida puede experimentar una renovación adoptando los valores establecidos por Juan y Carlos Wesley.