Puntos clave:
- Después del terror del tiroteo masivo en la Escuela Covenant, la cercana Iglesia Metodista Unida Calvary quiere ayudar a los/as adultos/as a consolar a los/as` jóvenes en sus vidas.
- La iglesia organizó una sesión informativa con una psicóloga clínica y miembro de la iglesia desde hace mucho tiempo, quien respondió preguntas de padres y maestros/as.
- La clave para tranquilizar a los/as niños/as de cualquier edad, dijo, es estar presente.
"Me siento asustado/a". "Me siento herido/a". "Me siento entumecido/a". “¿Es esta la nueva normalidad?”
En todo Estados Unidos, niños/as y adolescentes están lidiando con esos sentimientos después de otro tiroteo en una escuela, esta vez en Nashville, Tennessee y la mejor manera en que los/as adultos/as pueden consolar a los/as jóvenes en sus vidas después de tal violencia es estar ahí para ellos/as, dijo Patti van Eys, Ph.D., psicóloga clínica licenciada y metodista unida de toda la vida: “Nuestra capacidad de estar completamente presentes con nuestros/as hijos/as es la mejor herramienta que tenemos en nuestra caja de herramientas, pues ellos/as siguen nuestras señales y se sentirán seguros/as si sienten que nosotros/as estamos seguros/as”.
Ella le habló a un grupo de padres y maestros/as durante una sesión de preguntas y respuestas en línea organizada por la Iglesia Metodista Unida Calvary el 30 de marzo. La iglesia se encuentra al final de la calle de la Escuela Covenant, la escuela primaria cristiana donde el 27 de marzo una tiradora mató tres adultos/as y tres niños/as de 9 años antes de ser detenida por la policía.
El ataque fue el decimonoveno tiroteo en lo que va del año en una escuela o universidad en los Estados Unidos en el que al menos una persona resultó herida, según CNN. También fue el tiroteo escolar más mortífero desde la masacre del año pasado en Uvalde, Texas.
Muchos/as de los/as miembros de Calvary tienen amigos/as y familiares directamente afectados por la tragedia, y todavía están conmocionados/as, dijo el Rev. Eric Mayle, ministro de conexión y compromiso de la congregación. La iglesia también es el hogar del Preescolar Calvary School, donde los/as instructores/as se movieron rápidamente para llevar a los/as niños/as adentro cuando escucharon las sirenas de los socorristas que atendieron a víctimas del tiroteo.
“Estamos procesando todas estas emociones y para quienes somos padres, maestros/as y abuelos/as, agregar una capa a eso es que queremos ayudar a nuestros/as hijos/as a hablar y procesar estos eventos y sus emociones de manera saludable” dijo Mayle.
Con eso en mente, él y van Eys organizaron rápidamente la sesión para brindar orientación a las personas de la comunidad en general. Con la ayuda de van Eys, la iglesia ahora también proporciona recursos de la Red Nacional de Estrés Traumático Infantil para ayudar y apoyar a los/as niños/as después de la tragedia. Van Eys, miembro de Calvary y esposa de su ministro de atención congregacional, se especializa en trauma infantil, por lo que ha pasado gran parte de su carrera ayudando a niños/as y adolescentes a sanar.
Su consejo incluye:
Estar.
Explicó lo que quería decir con estar “totalmente presente” con los/as niños/as que se enfrentan a la tragedia, indicando que como mínimo, el adulto no se distrae con el teléfono o con algún otro dispositivo con pantalla. “Piensa en ti como un espejo y a medida que su hijo/a, sin importar su edad, se acerque a usted, puede reflejar lo que está observando” dijo.
Ella dijo que los/as adultos/as no deberían obligar a los/as niños/as a hablar, pero aún tienen formas de controlar a sus hijos/as. Por ejemplo, con un/a niño/a retraído/a, sugirió que un padre podría decir: “Veo que estás callado/a hoy. ¿Algo de lo que quieras hablar? Yo también me he sentido un poco raro/a hoy”.
Agregó que los padres que comparten un poco de su vulnerabilidad con sus hijos/as pueden ayudar a generar confianza y que la conversación con los/as niños/as también puede dar a los padres la oportunidad de corregir la información errónea.
Pero más importante que las palabras, enfatizó, es el tono que usa un padre. “Si está hablando con un/a amigo/a por teléfono, o está conversando en la otra habitación, sus hijos/as captarán su tono, incluso si no captan sus palabras y si su tono es temeroso, lo captarán” dijo
Ayude a los jóvenes a tomar el control.
Gran parte de un tiroteo masivo está más allá del control de un/a niño/a e incluso de los padres, quienes no establecen políticas de armas ni medidas de seguridad. Pero, dijo van Eys, los padres pueden ayudar a los/as niños/as a controlar sus emociones: “Sea cual sea el sentimiento, nómbralo para domarlo. Inclínate. Porque si nos resistimos, persistirá”.
Más ayuda
La Iglesia Metodista Unida Calvary, ubicada a menos de dos millas de la Escuela Covenant, ha reunido recursos para que los/as niños/as, las familias y las comunidades respondan al trauma y la violencia masiva.
Para ver más recursos haga clic acá.
Y si un/a niño/a quiere cambiar ese sentimiento, dijo, ese/a niño/a tiene la capacidad de hacerlo. Una forma, sugirió, es el movimiento bilateral: ejercicios como caminar, bailar y nadar que involucren ambos lados del cuerpo ya que esa acción, combinada con escuchar una canción favorita, tiene el poder de cambiar el cerebro. “Si sentimos que tenemos algo de control, algo de esta sensación de impotencia y confusión desaparecerá” dijo.
Siéntete libre de decir “No lo sé”.
Una pregunta que enfrentan tanto los padres como los/as pastores/as es: "¿Por qué Dios permitió que esto sucediera?"
Van Eys dijo que la respuesta de los padres dependerá en gran medida de sus valores. La forma en que aborda la pregunta es notar que Dios le dio a la humanidad libre albedrío: “Estamos hechos/as a la imagen de Dios y tenemos la capacidad de ser creadores/as y co-creadores/as con Dios”.
Esto también significa que los/as humanos/as pueden hacer algo malo: “Siempre les digo a los/as niños/as que Dios llora cuando suceden estas cosas”.
El pastor Mayle agregó que los padres no deben tener miedo de reconocer que no saben por qué sucedió esto: “Sé que Dios es bueno y Dios es amor, y Dios no permitió que esto sucediera. Pero más allá de eso, no lo sé. Unimos nuestras voces a una larga tradición de nuestra fe que ha dicho 'No sé' o 'Aquí están todas estas posibles respuestas, y todas se quedan cortas'”.
Van Eys comentó que cuando se lucha con la existencia del mal es bueno decirles a los/as niños/as que es una muy buena pregunta y preguntarles qué piensan: “Algunos de los pensamientos pueden estar muy lejos de la pared y puede ser exactamente hacia donde debemos ir”.
Póngase en contacto con los maestros.
Los/as jóvenes no son los/as únicos/as que luchan contra el mal de los tiroteos en las escuelas, también lo son sus maestros/as. Van Eys sugirió que los padres se comuniquen con los/as maestros/as para ver qué alivio del estrés necesitan. Algunas escuelas tienen oportunidades para que los padres se ofrezcan como voluntarios/as; otras no lo hacen. Pero incluso en esos casos, donde los padres no pueden ayudar en el salón de clases, pueden ayudar enviando una carta de apoyo o cualquier amabilidad inesperada, pues a veces solo una taza de café o una tarjeta pueden ser muy útiles.
“Hay algo realmente importante incluso en los pequeños gestos de agradecimiento porque los humanos fuimos creados para la conexión, por lo que cuando nos conectamos entre nosotros/as con amabilidad, cambian los químicos cerebrales en nuestro cerebro en ese mismo momento” comentó.
* Hahn es asistente al editor de noticias para Noticias MU. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org