El Obispo David Bard pide al pueblo metodista unido de Michigan sus oraciones, por las personas afectadas por el brote del coronavirus (también conocido como "COVID-19") y exhorta a las iglesias a prepararse y estar conscientes de las precauciones que deben tomar, si el brote se propaga. Al mismo tiempo, pide mantener la calma y no entrar en pánico ante el virus.
El Centro Federal para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) está respondiendo a un brote de la enfermedad respiratoria detectada por primera vez en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China, que se ha extendido a 37 naciones, incluidos los Estados Unidos. Los informes del CDC reportan que hay más de 80.980 casos confirmados en todo el mundo, y casi 3.000 personas han muerto.
El Obispo Bard le pedirá a unidades de la conferencia, como los Coordinadores de Respuesta Rápida ante Situaciones de Desastres y el Comité de Finanzas y Administración, que exploren cómo las congregaciones de Michigan pueden prepararse mejor. "No hay necesidad de una acción inmediata, pero ahora es un buen momento para evaluar con calma el posible impacto en nuestras iglesias locales si ocurre un brote en Michigan" dijo el obispo.
Un brote generalizado podría tener un impacto significativo en las comunidades religiosas debido a una serie de factores, incluida la edad y el bienestar de los/as metodistas unidos/as. El virus podría propagarse fácilmente durante los servicios de adoración y otras reuniones de fe donde las personas están sentadas cerca. Se alienta a las iglesias locales a completar la Lista de Verificación de Preparación para la Influenza Pandémica de las Organizaciones Comunitarias y de los CDC, creada en 2016 para combatir la propagación de la influenza, pero que funcionará bien para evitar el COVID-19.
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El liderazgo de la iglesia querrá discutir qué acciones podrían ser necesarias si los servicios de adoración se interrumpieran repentinamente pues hay que tener en cuenta el cuidado emocional y espiritual de los/as enfermos/as, la higiene de las instalaciones, la comunicación con el personal y la membresía, la comunión y la seguridad alimentaria, las preocupaciones de administración y otros posibles impactos resultantes de una pandemia generalizada. Los/as líderes también deberán educar a los/as miembros sobre cómo reducir el riesgo mientras están en la iglesia, incluyendo lavarse las manos con frecuencia, pedirle a las personas enfermas que se queden en casa y reducir el contacto físico.
En la Iglesia Metodista Unida (IMU) Holland First, el pastor Brad Bartelmay, quien también preside el Comité de Finanzas y Administración de la conferencia, dice que su iglesia ya está preparada ante la posibilidad de un brote: "Nos estamos preparando con calma para cualquier posibilidad; estamos elaborando estrategias sobre cómo ‘hacer iglesia’ en un mundo donde la asistencia a la adoración sea restringida y donde los grupos pequeños y la escuela dominical pueden descontinuarse. Exploraremos más sobre cómo brindar cuidado pastoral y mantener un seguimiento al bienestar de las poblaciones vulnerables” dijo Bartelmay.
"Los animo a mantenerse en oración a quienes sufren de este terrible virus en todo el mundo. Podemos mantener la calma, mientras también nos preparamos para estar en el ministerio durante un tiempo en que las personas tendrán una mayor necesidad de recibir consuelo y la presencia de Dios en sus vidas" dijo el Obispo Bard.
Encuentre actualizaciones diarias de la situación del virus e información de preparación sobre el coronavirus en el sitio web de los CDC (https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/index-sp.html).
* Este material fue producido por la Conferencia Anual de Michigan. Para ver la publicación original en inglés abra aquí.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.