Cuatro mujeres han presentado acusaciones formales de conducta sexual inapropiada y abuso, contra un prominente clérigo metodista unido en el ámbito del ministerio interreligioso.
La Conferencia Anual del Oeste de Ohio confirmó que el Reverendo Donald "Bud" Heckman, un presbítero de la conferencia, está suspendido del ministerio activo y enfrenta "la gran probabilidad" de un juicio eclesiástico, programado tentativamente entre el 2 y 4 de diciembre próximo.
Esta es la primera denuncia de este tipo en La Iglesia Metodista Unida (IMU) que se hace pública, desde que el movimiento #MeToo comenzó a llamar más la atención sobre la conducta sexual inapropiada.
"La Conferencia Anual de Oeste de Ohio toma en serio cualquier acusación de un delito imputable contra un pastor", dijo el obispo de la conferencia, Gregory V. Palmer, quien se negó a identificar los cargos eclesiásticos que enfrentaría, Heckman por respecto al debido proceso judicial que se lleva a cabo en estos momentos.
Heckman no respondió a múltiples intentos de comunicarse con él. Sin embargo, las cuatro mujeres, y sus dos defensoras, hablaron con Noticias Metodistas Unidas sobre las acusaciones. Si se le declara culpable, Heckman podría perder sus credenciales del clero o enfrentar una pena menor.
Por años, Heckman ha trabajado en roles de liderazgo en varias fundaciones que apoyan las relaciones interreligiosas. Durante el gobierno del presidente Obama, sirvió en el Grupo de Trabajo de Cooperación Interreligiosa de la Oficina de la Casa Blanca en el área de Alianzas Religiosas y Vecinales.
Más sobre el proceso de denuncia
La Comisión Metodista Unida sobre el Estado y el Papel de la Mujer, brinda información sobre el proceso de denuncia en casos como este dentro de la denominación. La comisión no hace comentarios sobre casos abiertos.
Más información (en inglés)
Cassandra Lawrence, consultora metodista unida en trabajo interreligioso, ayudó a las cuatro mujeres a presentar la denuncia después de escuchar a 15 mujeres que tenían acusaciones de acoso o abuso doméstico contra Heckman. No todas las mujeres estaban dispuestas a presentarse, dijo. Kevin Nelson, es un misionero metodista que ha ayudado a otros/as clérigos/as que han sido denunciados/as y que se desempeña como defensor de Heckman.
Las cuatro mujeres presentaron conjuntamente su denuncia en noviembre de 2018, dijeron Lawrence y Nelson. A fines del verano, un comité de investigación, un panel de cuatro clérigos/as y tres miembros laicos/as, determinó que había suficientes pruebas para acusar a Heckman de acoso sexual, conducta inapropiada y abuso, dijeron.
Las acusaciones más recientes provienen de Megan Anderson, quien conoció a Heckman en el Parlamento Mundial de las Religiones en 2015 en Salt Lake City. Luego trabajó en el diario The Interfaith Observer, y él formó parte del consejo asesor de la publicación.
Ella dijo que Heckman la instó a venir a ver el exclusivo hotel donde se hospedaba. La invitó a su habitación y encendió la televisión. Seguía diciéndole que se relajara y se acercara a él en la cama, y luego la tocó indebidamente, dijo.
Anderson agregó que se fue inmediatamente y comenzó a tratar de evitarlo, pero ocasionalmente lo veía en eventos interreligiosos. Él le seguía enviando mensajes de texto sexualmente explícitos, dijo ella. Pero, al cabo de unos meses, los textos se detuvieron.
Ella se preocupó por presentarse inicialmente, dijo, porque temía que nadie le creyera y que pudiera perder su trabajo ya que su publicación se encontraba debajo de la fundación donde él trabajaba.
Anderson decidió unirse a la denuncia después de escuchar a otras mujeres jóvenes que tuvieron experiencias similares con Heckman. "Me hizo enojar, y me di cuenta de que esto no va a parar. Soy católica, lo cual es parte de la razón por la que quiero que La Iglesia Metodista Unida sea responsable en este momento, después de ver a mi propia iglesia encubrir años y años de abuso sexual”, dijo Anderson.
Al igual que Anderson, Emily Farthing dijo que conoció a Heckman en una reunión profesional: la Conferencia de la Red Interreligiosa de América del Norte de 2014. Farthing, miembro de la Iglesia Unida de Cristo, recibió un premio como joven adulta.
"Recuerdo haber escuchado de otra joven adulta, que realmente esperaba ponerse en contacto con Bud porque controlaba una gran cantidad de fondos para grupos interreligiosos", dijo Farthing.
Para sorpresa de Farthing, dijo, Heckman la buscó y se ofreció a ayudarla a escribir becas. Ella dijo que él le brindó asesoramiento profesional y le prometió ayudarla a ingresar a la escuela de Divinidades. Pagó por su habitación, separada de la suya, en el Parlamento de Religiones Mundiales de 2015. Sin embargo, ella dijo que Heckman le envió mensajes de texto sexualmente explícitos. Y en la conferencia, ella dijo que él entró en su habitación en ropa interior y se sentó en su cama, lo que la hizo sentir muy incómoda.
Farthing dijo que finalmente lo enfrentó, cuando hablaron por teléfono sobre el trabajo interreligioso posteriormente. Ella concluyó su testimonio describiendo cómo quiso acostarse con ella: "Lo llamé y le dije: ‘no puedes hablarme así y eso fue todo", dijo. Posteriormente, en su testimonio Farthing dijo haberse enterado de que le estaba contando a otras personas, incluida Anderson, que habían salido y que la había ayudado en un momento oscuro. "Sentí que me estaba usando como apoyo para ganar la confianza de otras mujeres", dijo Farthing.
K.R., quien pidió usar sus iniciales por temor a represalias, también conoció a Heckman a través del trabajo interreligioso. Ella salió con él en 2011, inició una relación sentimental que se interrumpió a principios de 2012 por situaciones de infidelidad. Posteriormente se enteró de que todavía estaba casado, aunque él le había dicho que estaba divorciado.
Unos meses más tarde, ella dijo que él comenzó a enviar correos electrónicos, llamadas y visitas su apartamento todos los días, insistiendo en que todavía la amaba. Ella le pidió que se abstuviera de contactarla, pero él continuó acosándola y amenazándola: “fue una combinación de ‘Te amo’ y ‘Si me dejas, te haré XYZ’”, dijo.
Seguidamente K.R. declaró que Heckman le dijo que "no era una buena cristiana" a menos que ella lo perdonara. En ese momento, ella estaba en los Estados Unidos con una visa de trabajo, y dijo que él amenazó con evitar que se quedara en los Estados Unidos.
"Me decía que tenía tanto poder en la comunidad interreligiosa, que se aseguraría de que perdiera el trabajo que tenía y de que no podría conseguir otro trabajo, lo que me llevaría forzosamente a abandonar el país", dijo.
Con el apoyo de una amiga, presentó una denuncia ante el Departamento de Policía de Nueva York en julio de 2012. La oficina del fiscal de distrito en Manhattan verificó la denuncia penal a Noticias MU.
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Heckman fue arrestado y se declaró culpable en el tribunal por conducta inapropiada un delito no penal. El tribunal requirió que se sometiera a terapia y acatara una orden de protección de dos años, para mantenerse alejado de K.R., de acuerdo con los procedimientos judiciales.
K.R. dijo que informó a La Iglesia Metodista Unida, apenas en 2018 cuando supo lo que otras mujeres habían experimentado y se unió a su denuncia.
"Escuché las historias de Megan y Emily y me inspiró lo fuertes y valientes que se mostrarion. Ambas son más jóvenes que yo, y recuerdo haber pensado que, para estas mujeres que tienen el coraje de hablar, y para todas aquellas que todavía se sienten asustadas y no pueden, necesito hacer esto", dijo.
Laura Heckman, la ex esposa del pastor, es la cuarta mujer en la denuncia. En 2011, ella dijo que su esposo por casi 20 años, se mudó, pero todavía tenía la esperanza de que los dos pudieran reconciliarse. Más tarde se enteró de su relación con otras mujeres, incluida K.R.
Como metodista unida, proporcionó a la Conferencia Anual del Oeste de Ohio, documentación pública sobre el arresto de su –entonces- esposo y la declaración judicial. En ese momento no presentó una denuncia, para evitar verse envuelta en esa situación.
"Les dije a las autoridades, que no podía hacer eso porque temía por mi seguridad y la seguridad de mis hijos, porque no sabía cómo reaccionaría. Y me dijeron que no podían hacer nada a menos que yo presentara una denuncia", dijo Laura.
Al igual que las otras denunciantes, dijo que escuchar los testimonios, incluidas algunas personas que no son parte de la denuncia, la llevó a hacerlo público: "Esto pasó a ser algo menos relacionado con Bud y mucho más relacionado con la iglesia", dijo.
Palmer le dijo a Noticias MU que esta es una situación difícil para todas las personas involucrada. El Libro de Disciplina -la constitución de la denominación- denomina a los juicios eclesiásticos como "el último recurso" y abre el camino para una resolución acordada entre las partes afactadas antes de llegar a ese punto. "Les pido que oren por todos/as los/as afectados/as por esta situación", dijo el obispo.
* Hahn es reportera de noticias multimedia para Noticias MU. Comuníquese con ella al (615) 742-5470 o newsdesk@umcom.org. Para leer más de Noticias Metodistas Unidas, suscríbase al resumen quincenal gratuito presionando aquí.
** El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5111 o por el gvasquez@umcom.org.