Puntos clave:
- Después de deliberar durante más de cinco horas, un jurado compuesto por clérigos/as metodistas unidos/as, emitió un veredicto absolviendo a la Obispa Minerva G. Carcaño de todos los cargos.
- Tras conocerse el veredicto, Carcaño dijo sentir “una gran alegría”. Con la resolución del proceso judicial, también ha concluido su suspensión.
- Carcaño reconoció que será necesario un proceso de restauracion a medida que reanude sus funciones como obispa de la Conferencia Anual California-Nevada.
Un tribunal eclesiástico declaró a la Oobispa Minerva G. Carcaño, la primera obispa latina de la Iglesia Metodista Unida, inocente de cuatro cargos. Carcaño, quien se ha desempeñado como obispo de la Conferencia Anual California-Nevada desde 2016, fue juzgada ante un jurado de 13 miembros del clero, racialmente diversos de la Jurisdicción Centro Norte.
El juicio, que comenzó el 19 de septiembre, tuvo lugar en las oficinas de Wespath Benefits and Investments en Glenview, Illinois, un suburbio de Chicago. La obispa enfrentó acusaciones bajo la ley eclesiástica de desobediencia al orden y disciplina de la iglesia, socavar el ministerio de otro/a clérigo/a, acoso laboral y malversación fiscal.
Después de unas horas de deliberación en la noche del 21 de septiembre, el jurado (llamado tribunal de primera instancia en La Iglesia Metodista Unida) dictó un veredicto absolviéndola de todos los cargos.
Retired Bishop Alfred W. Gwinn, the presiding officer or equivalent of a judge in the case, announced the verdict to a silent and prayerful church court shortly after the gathering came to order early Sept. 22. This was the first trial of a bishop in The United Methodist Church and its predecessors in nearly a century.
Carcaño, who has served in ordained ministry for 47 years and as a bishop for nearly 20 years, has been under suspension with pay and benefits since March of last year. The situation, she testified during the trial, left her feeling “banished” from her family of faith.
After the verdict was announced, she said she felt “great joy.” With the resolution of the trial process, her suspension also has concluded.
El obispo retirado Alfred W. Gwinn, presidente o equivalente de un juez en el caso, anunció el veredicto ante un tribunal eclesiástico silencioso y en actitud de oración poco después de que la reunión comenzara a principios del 22 de septiembre. Este fue el primer juicio de un/a obispo/a en La Iglesia Metodista Unida, y sus denominaciones predecesoras, en casi un siglo.
Carcaño, quien ha servido en el ministerio ordenado durante 47 años y como obispa durante casi 20 años, ha estado suspendida con sueldo y beneficios desde marzo del año pasado. La situación, testificó durante el juicio, la hizo sentirse “desterrada” de su familia de fe.
Después de que se anunció el veredicto, dijo que sintió “una gran alegría”. Con la resolución del proceso judicial, también ha concluido su suspensión.
Pero añadió: “Creo que podemos superarlo gracias al amor de Cristo, el amor de Dios que nos une, creo que podemos superarlo”. Los cargos que enfrentó surgieron de tres denuncias presentadas por un total de siete miembros de la Conferencia California-Nevada.
Esas demandas se referían a tres situaciones muy diferentes, pero compartían acusaciones de que la obispa se había extralimitado en su autoridad y había actuado en forma represiva contra sus críticos. El testimonio de quienes apoyaron esas denuncias, así como de quienes defendieron a la obispa, incluyó el relato de discusiones generalmente muy privadas sobre evaluaciones de empleo y el trabajo de la obispa para fijar nombramientos pastorales.
El jurado de 13 miembros del clero metodista unido la declaró unánimemente inocente de todas las especificaciones de los cargos. El jurado permaneció en el anonimato durante todo el proceso y permaneció en un hotel apartado de todas las partes y observadores/as del caso.
“Fue interesante escuchar que todos/as teníamos la misma opinión al entrar a la sala”, dijo la presidenta del jurado, quien habló con Noticias Metodistas Unidas bajo condición de anonimato.
Añadió que los jurados estuvieron de acuerdo en que las pruebas presentadas por el abogado de la iglesia, el equivalente a un fiscal, “no presentaban un caso claro y convincente de que la obispa estaba fuera de su autoridad para tomar las decisiones que tomó”.
El jurado estuvo compuesto por siete hombres y seis mujeres. El desglose étnico-racial fue de cuatro personas asiáticas, tres negras, tres blancas, dos hispanas y una de raza mixta. Doce de los miembros del jurado son presbíteros/as ordenados/as y uno/a es diácono/a ordenado/a.
La Jurisdicción Oeste, que abarca siete conferencias u organismos regionales en los estados y territorios del oeste de Estados Unidos, eligió a Carcaño como la primera obispo latina de la denominación en 2004. Antes del juicio, la jurisdicción se encargó de la adjudicación del caso.
A petición de Carcaño, Gwinn acordó trasladar el juicio a la Jurisdicción Centro Norte, que abarca 10 conferencias en el Medio Oeste de Estados Unidos. Todos/as los/as miembros del jurado sirven en la Jurisdicción Centro Norte.
Carcaño regresa ahora a la Conferencia Anual California-Nevada y a la Jurisdicción Oeste, que ha vivido división durante toda la suspensión y posterior juicio. Debido a los límites de edad para los/as obispos/as, está previsto que Carcaño se jubile el próximo septiembre cuando cumpla 70 años.
“El enfoque de la obra de Dios es la creación, la sanación y la restauración”, dijo en un comunicado la obispa de la Conferencia Anual California-Pacífico, Dottie Escobedo-Frank. Ella se desempeña como presidenta de los/as obispos/as de la Jurisdicción Oeste y asistió al juicio como observadora junto con el obispo de la Conferencia Anual del Desierto-Suroeste, Carlo A. Rapanut, quien es el secretario de los/as obispos/as de la Jurisdicción Oeste. Ambos fueron elegidos/as a finales del año pasado tras la suspensión de Carcaño.
“Mi corazón y mis oraciones están con todos/as los/as que han estado involucrados en este proceso”, agregó Escobedo-Frank.
Rapanut también se comprometió a trabajar por la restauración “Que esto sirva como una oportunidad para dar testimonio al mundo mientras vivimos nuestros valores cristianos de gracia, perdón, justicia y amor”, dijo.
La Obispa retirada Sally Dyck, quien sirvió como episcopado en la Jurisdicción Centro Norte, ha estado sirviendo como obispa interina de la Conferencia Anual California-Nevada mientras Carcaño estaba bajo suspensión “Si bien esta ha sido una asignación episcopal interina muy inusual, incluso única, he descubierto que es una verdadera bendición. El clero y los/as laicos/as, sin importar sus opiniones y sentimientos sobre la suspensión de la Obispa Carcaño, han estado abiertos/as a mi liderazgo”, dijo.
Dijo que cuando comenzó su función interina, pidió a todos los líderes de la conferencia que "hicieran su trabajo… los/as felicito por hacer precisamente eso, avanzar en la misión y el ministerio, incluida la aprobación de una nueva visión de la conferencia. ¡Muchas gracias a todos/as en la Conferencia Anual California-Nevada!”.
Carcaño ha ganado renombre como líder eclesiástico pionero y defensor de los derechos humanos de los/as inmigrantes, tanto dentro de la denominación como en el escenario nacional, incluso testificando ante el Congreso de los Estados Unidos.
Ha formado parte de las juntas directivas de varias agencias y ministerios metodistas unidos, incluida la Universidad de África, la institución metodista unida panafricana en Zimbabwe. También ha pedido la plena inclusión de las personas LGBTQ en la vida de la iglesia, una posición controvertida en gran parte de la denominación, pero compartida en gran medida en la Jurisdicción Oeste.
La noticia de su suspensión sorprendió a muchos en toda la denominación, y varios grupos pidieron su reinstalación inmediata. Entre esos grupos ha estado MARCHA (Metodistas Asociados Representando la Causa de los Hispano-Latinos Americanos), el caucus hispano-latino de la denominación.
La Revda. Lyssette N. Pérez, pastora metodista unida en Nueva Jersey y presidenta de MARCHA, estuvo entre los que asistieron al juicio por invitación de Gwinn para garantizar la equidad. Además de representantes de MARCHA, entre los/as observadores/as oficiales, se encontraban representantes de la Comisión Metodista Unida sobre Religión y Raza (GCORR por sus siglas en inglés) y la Comisión Metodista Unida sobre la Condición y el Papel de la Mujer.
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Pérez dijo que sentía que el juicio fue justo “Por supuesto, celebro que la Obispa Carcaño haya sido declarada no culpable”, dijo Pérez al mismo tiempo que expresaba mantener su preocupación sobre la situación de suspensión: “Dijo -Carcaño- que fue desterrada, pero más que eso, fue crucificada durante 18 meses. Y crucificamos una voz que era extremadamente importante para la denominación. Al final, esto fue algo que podría haberse resuelto a nivel de conferencia”.
El Obispo retirado Marcus Matthews asistió al juicio en apoyo de Carcaño. “Es porque la conozco desde los años 70 y 80, y siempre la he visto como una persona de fe, una persona que ama la iglesia. Y simplemente sabía que lo que se alegaba simplemente no encajaba”, dijo.
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El juez Jon R. Gray, juez retirado del Decimosexto Circuito Judicial de Missouri, se desempeñó como abogado asistente del abogado principal, el Rev. Scott Campbell, al representar a Carcaño en el caso. Gray señaló que tanto él como Carcaño recibieron becas al mismo tiempo de lo que ahora es la Junta General de Ministerios Globales GBGM por sus siglas en inglés. Él usó su beca para la facultad de derecho y ella para el seminario.
En 2012, Gray representó al obispo W. Earl Bledsoe, un obispo negro que nunca se sometió a un juicio eclesiástico pero que enfrentaba una jubilación anticipada involuntaria en la Jurisdicción Centro Sur. El Consejo Judicial, el tribunal superior de la denominación, finalmente reintegró a Bledsoe al servicio activo.
"La iglesia todavía tiene un dilema racial. Mi experiencia con el Obispo Bledsoe y nuevamente con la Obispa Carcaño es que se aplicaron diferentes estándares y sistemas, se brindó un trato diferente y todavía tenemos mucho trabajo por hacer”, dijo.
Gwinn, el presidente, les recordó a los que asistieron al juicio y vieron la transmisión en vivo en línea todos los días que todos eran parte del cuerpo de Cristo. También abrió y cerró cada sesión con oración.
Después de anunciar el veredicto, instó a los/as observadores/as a considerar una mejor manera de manejar las disputas en La Iglesia Metodista Unida, que un proceso de juicio eclesiástico. Ha presidido juicios de este tipo durante más de una década.
“Espero que los hermanos y hermanas, especialmente aquellos/as de ustedes que son más jóvenes, lleguen a comprender que debemos reparar el daño que estamos causando con el proceso que utilizamos para abordar esto. En este proceso no estamos presenciando en absoluto un mundo secular”, expresó Gwinn.
Carcaño, como una de los/as dos únicos/as obispos/as que han enfrentado un juicio eclesiastico desde 1928, también dijo que espera que su juicio sirva como “un punto de quiebre” para la iglesia. Dijo que su esperanza es que la iglesia pueda pasar “de ser un pueblo enfrentado a un pueblo de amor y compasión de unos/as por otros/as, y de esa manera extendernos a un mundo quebrantado”.
*Hahn es editor asistente de noticias de UM News. Comuníquese con ella al (615) 742-5470 o newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, suscríbase a los Daily Digest o Friday Digest gratuitos.
** El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: gvasquez@umnews.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis a UMCOMtigo