Puntos clave:
- En el evento de celebración aniversaria, que se llevó a cabo entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, la conferencia ofreció la posibilidad de reflexionar y mirar hacia el futuro para encontrar formas de afrontar los desafíos que enfrentan el metodismo.
- La Iglesia Metodista Unida estuvo representada por los/as obispos/as Sally Dyck y Héctor A. Burgos-Núñez quienes tuvieron diversas participaciones.
- Si bien la Iglesia Metodista de México ha disfrutado de una relación de concordato especial con La Iglesia Metodista Unida, la relación se ha visto afectada últimamente por los procesos de desafiliación de iglesias en los Estados Unidos.
El pueblo metodista mexicano se reunió en la capital del país para celebrar el 150 aniversario de la fundación de la Iglesia Metodista de México AR, no solo para dar una mirada nostálgica a este siglo y medio de historia sino también para analizar cómo su herencia wesleyana puede equiparles mejor para enfrentar los desafíos actuales que van desde la inteligencia artificial hasta la crisis climática.
“Queríamos crear un espacio donde hablar del pasado fuera hablar del presente, pero también mirar con esperanza hacia el futuro”, dijo el Obispo Agustín Altamirano Ramos a Noticias MU.
El Obispo Altamirano, arquitecto principal de la conferencia aniversario que se llevó a cabo entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, sirve en la Conferencia Anual de México cuya sede está ubicada en la capital del país y constituye una de las seis conferencias anuales del país,
“Esta celebración debe ser como un trampolín que nos impulse y empuje hacia adelante, que nos interpele a la reflexión y también a la acción, porque muchas veces nuestra reflexión no llega a ninguna parte. Los metodistas en México vemos el futuro con esperanza. Puede que haya situaciones difíciles como las que hemos vivido en el pasado, pero aquí estamos. Creemos que la iglesia todavía tiene mucho que dar, todavía tiene mucho que enseñar, todavía tiene mucho que hacer para que el mundo llegue a conocer a Dios”, dijo.
La Iglesia Metodista de México AR, se remonta a mediados del siglo XIX, cuando los/as reformadores/as liberales bajo el presidente Benito Juárez , abrieron el país a misioneros/as de denominaciones distintas a la Iglesia Católica Romana, que había disfrutado de la exclusividad del poder económico y político desde la Conquista.
Aunque los primeros esfuerzos de extensión surgieron de los/as metodistas en Tejas y de los/as mineros/as metodistas que emigraron de Inglaterra, la iglesia tuvo su comienzo formal en 1873 cuando misioneros/as de la Iglesia Metodista Episcopal, desembarcaron en la Ciudad de México y compraron un antiguo convento franciscano en la calle Gante que anteriormente había sido confiscado por el gobierno. Esta misión fue convertida en iglesia y orfanato.
El mismo año, el primer mexicano ordenado por la Iglesia Metodista Episcopal del Sur llegó a la Ciudad de México como misionero, inicialmente colaborando con la iglesia en la calle Gante, pero pronto se mudó a otra antigua instalación católica a unas cuadras de distancia, la cual había sido comprada por la Iglesia Metodista Episcopal del Sur en 1873 para albergar su propia obra.
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Durante casi 60 años, los dos esfuerzos misioneros metodistas llevaron a cabo sus propios proyectos: los metodistas del sur de Estados Unidos trabajaron principalmente en el norte de México, mientras que los metodistas del norte de Estados Unidos trabajaron principalmente en el sur del país. En 1930, años antes de que sus iglesias homólogas estadounidenses los hicieran, las dos iglesias misioneras se unieron en una denominación mexicana autónoma.
Si bien la Iglesia Metodista de México ha disfrutado de una relación de concordato especial con la Iglesia Metodista Unida, últimamente la relación se ha visto afectada por los efectos del movimiento de desafiliación en los Estados Unidos. Algunos metodistas mexicanos han abogado por una ruptura en la relación. Sin embargo, cuando se hicieron planes para celebrar el 150 aniversario de la iglesia, se extendió una invitación al Concilio de Obispos/as, que envió a los/as obispos/as Sally Dyck y Héctor A. Burgos-Núñez para compartir en la celebración, que tuvo lugar en la Iglesia el Calle Gante.
“Cuando recibimos la invitación nos sentimos muy alegres. Esperamos que sea el comienzo de una nueva etapa de una relación creciente y fortalecida con la Iglesia Metodista de México”, dijo la Obispa Dyck, quien está jubilada pero se desempeña como funcionario encargada de las relaciones ecuménicas del Concilio de Obispos/as de La Iglesia Metodista Unida.
Por su parte, el Obispo Burgos-Núñez, líder episcopal de la Conferencia Anual Área del Norte de Nueva York, dijo que “Hay una clara sensación de nuevas posibilidades, no sólo aquí en la Conferencia Anual de México, sino que a medida que hemos estado involucrando a otros/as obispos/as, hay una sensación de un nuevo momento con muchas posibilidades, que van más allá de las percepciones genéricas de cómo puede ser esa relación".
"¿Qué podemos aprender de nuestros hermanos/as? ¿Cómo podemos hacer las cosas de nuevas maneras? Hay muchos puntos en común en nuestros desafíos y ministerios, y hay muchas cosas maravillosas que están sucediendo aquí en México de las que podemos aprender. Y, por otra parte, nosotros/as (en la IMU) también podemos compartir algunos de nuestros propios aprendizajes. Personalmente, estoy entusiasmado con cómo podría ser esto en el futuro”.
Después de varios días de presentaciones y paneles de discusión, el Obispo Burgos-Núñez dijo haber quedado impresionado con lo que presenció: “Veo una iglesia que tiene mucha intención de permitir que su historia hable de su camino de fe. En conversaciones con líderes, pastores/as y laicos/as quedó muy claro que su historia es parte integral de su discipulado. Hay un fuerte sentido de identidad, de quiénes son. Necesitamos más de eso”, dijo.
“También aprecio, como hispano-latino, la claridad con la que las personas pueden comunicar la belleza de cómo nuestra tradición wesleyana combina la piedad personal y la justicia social, lo cual se siente muy natural entre ellos/as”, expresó Burgos-Núñez.
Ambos/as obispos/as, junto con representantes de la Iglesia Metodista de Gran Bretaña y el Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe (CIEMAL), participaron en una variedad de actividades durante su estadía, incluida la predicación durante los servicios de adoración dominicales en la ciudad el 3 de diciembre.
La Obispa Dyck predicó en la Iglesia Metodista del Mesías, donde señaló que Jesús es caracterizado en el evangelio como una puerta y no como un muro: “Es desgarrador para muchos/as en La Iglesia Metodista Unida y en los Estados Unidos, en general, que haya un movimiento hacia la construcción de un muro fronterizo entre nuestros dos países. Las paredes excluyen; las paredes mantienen alejada a la gente. Los muros bloquean el flujo de las relaciones, de las economías e incluso la creación natural como los animales. Los muros bloquean los corazones y bloquean el amor entre las personas”, dijo en su sermón.
“¡Derriben los muros entre Estados Unidos y México! ¡Derriben cualquier muro entre La Iglesia Metodista Unida y la Iglesia Metodista de México! ¡Derriben los muros y abramos las puertas!”, proclamó la Obispa Dick en su predicación.
* Paul Jeffrey es misionero metodista unido, fotógrafo y redactor de historias sobre el trabajo de la iglesia en todo el mundo y enviado especial de Noticias MU, para la cobertura de este evento. Para contactar con los medios de noticias: Julie Dwyer al (615) 742-5470 o newsdesk@umnews.org.
** El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: gvasquez@umnews.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis a UMCOMtigo
