Puntos Clave:
- Históricamente, los/as cristianos/as no han estado de acuerdo sobre cuándo celebrar la resurrección de Cristo.
- Incluso ahora, las iglesias de tradiciones occidentales y orientales utilizan calendarios diferentes para la festividad más sagrada de su fe.
- Dependiendo de dónde vivan, los/as metodistas unidos/as también pueden celebrar la resurrección en fechas diferentes.
- Pero los esfuerzos continúan para lograr que todos/as los/as cristianos/as estén de acuerdo, especialmente con los planes en marcha para celebrar el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea el próximo año.
Una de las disputas que dividió a la iglesia primitiva fue sobre la resurrección de Cristo: no si ocurrió sino cuándo celebrarla, pues algunos/as de los/as fieles de Jerusalén y Asia Menor insistieron en observar el día más sagrado del cristianismo el 14 de Nisán, el día de los preparativos de la Pascua según el calendario lunar judío.
Estos/as cristianos/as, llamados/as Cuartodecimanos/as (del latín 14), conmemoraron tanto la crucifixión como la resurrección el 14 de Nisán, independientemente del día de la semana en que cayera.
Mientras tanto, un número creciente de cristianos/as gentiles celebraron la tumba vacía el domingo después del 14 de Nisán, mientras utilizaban el viernes anterior para recordar la crucifixión de Cristo.
El conflicto llegó a un punto crítico en el año 197 d.C. cuando el Papa Víctor I excomulgó a los cuartodecimanos, con el objetivo de distanciar el cristianismo del judaísmo y hacer consistentes las prácticas cristianas. Pero el debate sobre el calendario del cristianismo continuó.
“Muchos/as de nosotros/as asumimos que existía esta práctica estándar de Jesús y los apóstoles… y cualquier tipo de diferencia que vemos en la iglesia primitiva eran divergencias de esa práctica pura original. Pero no funcionó así en lo absoluto”, dijo el Rev. L. Edward Phillips, quien es un anciano metodista unido ordenado y profesor asociado de teología histórica y adoración cristiana en la Escuela de Teología Candler de la Universidad Emory en Atlanta.
“La forma en que funcionó fue que a medida que el cristianismo se difundió, siempre interactuó con las prácticas locales y gradualmente a los/as cristianos/as se les ocurrió comenzar a hacer cierto tipo de cosas, pero era una práctica más local que original”.
Cuándo y cómo los/as cristianos/as conmemoran la pasión y resurrección de Jesús todavía varía en todo el mundo: los/as cristianos/as de la iglesia occidental, es decir, católicos/as y protestantes, utilizan un calendario diferente al de sus hermanos/as cristianos/as ortodoxos/as orientales. También tienen diferentes nombres para sus festividades de Resurrección.
Entonces, mientras los/as católicos/as y protestantes de habla inglesa celebrarán la Pascua el 31 de marzo de este año, los/as ortodoxos/as orientales esperan honrar Pascha (de la palabra griega que significa Pascua) el 5 de mayo. Dependiendo de dónde vivan, incluso los/as metodistas unidos/as pueden diferir en la fecha cuando cantan el amado himno de Charles Wesley “Cristo el Señor ha Resucitado Hoy”.
Ninguna de estas variaciones altera la fe compartida de los/as cristianos/as de que “Cristo ha muerto, Cristo ha resucitado, Cristo vendrá otra vez”. Pero las tradiciones dispares ofrecen una idea de las tensiones que han dado forma al cristianismo desde el principio y la forma en que los/as cristianos/as han logrado compartir el ministerio juntos/as a pesar de esas tensiones.
“En lugar de pensar en la historia de la iglesia como un río que fluye hacia un delta con todas estas corrientes divergentes, era más como un árbol que tiene todas estas raíces que gradualmente se consolidan en un tronco” dijo Phillips.
Ahora, a ese árbol del cristianismo le han crecido ramas, incluida La Iglesia Metodista Unida, que han difundido la fe por todo el mundo.
¿Qué dice la Biblia?
Sobre la pregunta de cuándo los/as cristianos/as deben celebrar la Pascua, la propia Biblia ofrece orientación limitada. Pablo proporciona el relato más antiguo de la resurrección en el Nuevo Testamento en I de Corintios 15: 3-8 escribiendo simplemente “que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, y que fue sepultado y que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras”.
Los cuatro evangelios, escritos posteriormente, dicen que la crucifixión y la resurrección tuvieron lugar alrededor de la fiesta judía de la Pascua, pero difieren ligeramente en el momento exacto. Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, llamados sinópticos porque se parecen, sitúan la crucifixión el día después de la cena de Pascua. Sin embargo, el Evangelio de Juan establece la muerte de Cristo en el día en que se sacrificaron los corderos pascuales para la Pascua, el 14 de Nisán.
Todos los evangelios coinciden en que María Magdalena y otras discípulas descubrieron el sepulcro vacío el primer día de la semana: el domingo. Es por eso que los/as cristianos/as comenzaron la tradición de adorar los domingos en lugar del sábado, que es el séptimo día de la semana, el sábado.
Cabe señalar que en el calendario judío todos los días comienzan al anochecer, razón por la cual el pueblo judío honra el sábado desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. En el mismo orden de ideas algunos/as de los primeros/as cristianos/as, y muchos/as católicos/as hasta el día de hoy, celebran el culto los sábados por la noche.
En cualquier caso, cada domingo pasó a ser visto como una pequeña Pascua en sí misma, razón por la cual el tiempo de Cuaresma no los incluye en su cuenta de 40 días. En cambio, los domingos se convirtieron en el día que marcó tanto el primer día de la creación en Génesis como el día de la nueva creación en Cristo.
Estableciendo la fórmula de Pascua
Aun así, persistieron las disputas sobre cuándo celebrar la fiesta de la Resurrección, pues desde el principio, una fuente de tensión entre los/as primeros/as cristianos/as fue cuán estrechamente debían seguir la ley y la tradición judías. En el caso de la Pascua, el desacuerdo se centró en si la observancia cristiana debería estar en consonancia con el calendario judío de la Pascua.
¿Qué hay detrás del nombre?
El nombre ortodoxo oriental para la celebración de Cristo resucitado se explica por sí mismo. Pascha es el equivalente griego de la palabra hebrea Pesaj, que significa Pascua. El nombre también sirve como recordatorio de que Cristo, como los corderos pascuales de la antigüedad, se sacrificó a sí mismo y es el cordero de Dios.
El origen de la palabra Pascua es un poco más complicado de determinar. El Venerable Beda, un monje inglés que escribió en el siglo VIII, afirmó que el nombre provenía de Eostre, una diosa pagana cuya fiesta celebraban los anglosajones en la época del equinoccio de primavera. Pero algunos/as eruditos/as cuestionan el relato del monje. El Venerable Beda proporciona el único registro de que la gente alguna vez adoró a una diosa con ese nombre.
Los/as hablantes de inglés y alemán son inusuales porque no usan una palabra relacionada con la Pascua para sus celebraciones de Resurrección. Ostern, el nombre alemán de la festividad, puede ofrecer otra posible etimología. Tanto Eostre como Ostern pueden estar relacionados con la palabra alemana para este, así como con la palabra para amanecer en varios idiomas.
Eso tiene sentido ya que al amanecer fue cuando las discípulas encontraron por primera vez la tumba vacía y escucharon la buena noticia de que Cristo había conquistado la muerte. Para ellos/as y para todos/as los/as discípulos/as cristianos/as, la resurrección de Cristo significó la llegada de un nuevo día.
Para ver el video La importancia del huevo: los/as niños/as y la Pascua, haga clic aquí.
En el siglo IV, el emperador romano Constantino intervino y después de legalizar el cristianismo, quería que los/as líderes de esta creciente e influyente religión resolvieran sus disputas más feroces. Así fue como el jefe del poder imperial que había crucificado a Cristo acabó moldeando la fe cristiana.
En el año 325 d.C., Constantino convocó a obispos y diáconos de todo el Imperio Romano al primer Concilio de Nicea en lo que hoy es Iznik, Turquía. Durante el primer concilio ecuménico del mundo, los líderes cristianos buscaron abordar la mayor controversia de su época: la divinidad de Cristo. El concilio finalmente afirmó la fe cristiana en el Dios Triuno y aprobó una declaración de que Jesús era “un solo ser con el Padre”, frase que eventualmente pasó a formar parte del Credo Niceno.
El concilio también decidió que la resurrección de Cristo debería celebrarse independientemente del calendario judío y en una fecha uniforme.
Ya se estaba desarrollando un consenso general de que la Pascua debería ocurrir el domingo después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera. Los cristianos del siglo IV decidieron que usarían sus propios cálculos astronómicos para determinar cuándo caería esa fecha.
Pero en una época en la que los pastores no podían simplemente consultar sus agendas diarias para las festividades de ese año, correspondía a los obispos enviar una carta cada año para notificar a sus rebaños cuándo celebrar la fiesta móvil más importante del cristianismo. Una de esas cartas resultó ser históricamente significativa. Cuando aún era diácono, Atanasio había sido uno de los defensores abiertos de la divinidad de Cristo en Nicea y más tarde, en una carta festiva enviada en el año 367 d. C., cuando era obispo de Alejandría, incluyó la primera lista registrada de los 27 libros que ahora componen el Nuevo Testamento. “Sólo en ellos se proclama la enseñanza de la piedad. Nadie podrá añadirles nada, ni nada se les podrá quitar” escribió.
Por esa razón, a veces se le atribuye a Atanasio el mérito de haber establecido el canon aunque los/as académicos/as tienden a pensar que eso es exagerar el caso.
“La antología de escritos que llamamos Nuevo Testamento no surgió de la nada. Eran los que ya habían sido parte de la práctica cristiana. … Entonces, creo que está repitiendo en gran medida cosas que ya habían sido parte de la práctica, ya sea en Alejandría o en otros lugares” dijo J. Warren Smith, profesor de teología histórica en la Escuela de Divinidad Duke en Durham, Carolina del Norte. Sin embargo, lo que Atanasio sí ofrece es una ventana a la práctica cristiana cuando las tradiciones comienzan a volverse mucho más uniformes.
Variaciones del calendario
Incluso con una fórmula fija para fijar la fecha de Pascua, eventualmente aparecerían discrepancias. Uno de los desafíos que enfrentan las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islam, es que todas, hasta cierto punto, dependen de un calendario lunar. Pero las revoluciones de la Luna alrededor de la Tierra no se alinean bien con el viaje de la Tierra alrededor del Sol.
Debido a que su fe comenzó en el Imperio Romano, los/as cristianos/as utilizaron el calendario juliano establecido por Julio César en el año 46 a.C. Este calendario calculó que la Tierra tarda 365¼ días en dar la vuelta al sol y agregó un año bisiesto cada cuatro años para agregar un día al calendario para compensar la diferencia.
Pero el año solar no dura exactamente 365¼ días: son unos 11 minutos menos. En el siglo XVI, los astrónomos se dieron cuenta de que lo que el calendario juliano identificaba como el equinoccio de primavera estaba a unos 10 días de diferencia del equinoccio de primavera real, la fecha en la que el día y la noche tienen la misma duración.
El Papa Gregorio XIII encargó un nuevo calendario para adaptarse a esta variación del equinoccio porque era fundamental para el cálculo de la Pascua. Por ello estableció este nuevo calendario gregoriano en 1582 por lo que la gente, al menos quienes prestaban atención a las bulas papales, se acostaba el 4 de octubre y se despertaba el 15 de octubre de ese año. El único problema fue que, en el siglo XVI, una parte importante del cristianismo no prestaba atención al Papa.
En el año 1054, los/as cristianos/as orientales liderados/as por el patriarca de Constantinopla y los/as cristianos/as occidentales, liderados/as por el Papa, se excomulgaron mutuamente. Esas excomuniones permanecieron en los libros hasta 1965.
En 1517 comenzó la Reforma Protestante que dividió aún más la iglesia. De hecho, los países europeos dominados por los/as protestantes comenzaron a adoptar lentamente el calendario gregoriano en el siglo XVIII.
Gran Bretaña y sus colonias americanas comenzaron a utilizar el calendario gregoriano en septiembre de 1752. Para entonces, el ajuste requirió 11 días para pasar al equinoccio real y el cambio también significó que el cumpleaños de Juan Wesley, fundador del metodismo se trasladó del 17 al 28 de junio, justo antes de cumplir 50 años.
Grecia se convirtió en el último país europeo en adoptar el calendario gregoriano con fines comerciales en 1923.
Impacto en los/as metodistas unidos/as
Pero incluso ahora, los/as cristianos/as ortodoxos/as griegos/as y otros/as cristianos/as ortodoxos/as continúan utilizando el calendario juliano para fijar las fechas de la Cuaresma y la Pascua, la celebración ortodoxa de la Pascua.
Entre otras cosas, significa que Pascua siempre ocurrirá después o al final de la Pascua en el calendario judío mientras que los/as cristianos/as que usan el calendario gregoriano no tienen esa sincronicidad. Este año, la Pascua comienza al atardecer del 23 de abril y termina al atardecer del 30 de abril.
Por cierto, la Iglesia Ortodoxa Rusa utiliza el calendario juliano durante todo el año, razón por la cual las celebraciones navideñas de la iglesia en su calendario litúrgico son el 25 de diciembre, y corresponden con el 7 de enero en el calendario gregoriano. Todo esto tiene relación con la forma de adoración de los/as metodistas unidos/as.
En países donde predomina el cristianismo ortodoxo oriental, los/as metodistas unidos/as a menudo esperan para celebrar la resurrección de Cristo junto a sus vecinos/as ortodoxos/as.
Los/as metodistas unidos/as rumanos/as, por ejemplo, normalmente celebran la Pascua, dijo Sarah Putnam, una misionera metodista unida que trabaja en el país: "Los/as europeos/as del este generalmente seguimos el calendario ortodoxo, con excepción de algunas iglesias de habla húngara y eslovaca de Serbia, que celebran ambos días".
Estando de Acuerdo
El Concilio Mundial de Iglesias, fundado en 1948 tras la Segunda Guerra Mundial, reúne a cristianos/as ortodoxos/as y protestantes para dar testimonio de su fe común en Cristo. Lo que ahora es La Iglesia Metodista Unida estuvo entre los miembros fundadores de la comunidad ecuménica.
Los/as líderes del CMI dedican gran parte de su tiempo a la labor de establecimiento de la paz y la justicia para abordar las crisis en todo el mundo. Sin embargo, la confraternidad también busca fomentar la renovación en la unidad y la adoración, incluido el trabajo para que los/as cristianos/as sigan el mismo calendario.
“La divergencia de calendario afecta aspectos muy prácticos de las relaciones vivas entre las iglesias, por ejemplo, la organización de los horarios de trabajo y a la coordinación de las reuniones. Además, plantea una serie de preguntas teológicas sobre nuestra unidad y testimonio en el mundo” dijo Andrej Jeftić, director de la Comisión de Fe y Constitución del CMI y teólogo ortodoxo oriental.
En 1997, el CMI propuso una reforma del calendario que no tuvo éxito. Pero el próximo año ofrece una oportunidad única, dijo Jeftić, para “alinear nuestros biorritmos eclesiales”.
Un aniversario importante
El año que viene se cumplirá el 1.700 aniversario de aquel Primer Concilio de Nicea, cuando los cristianos formalizaron por primera vez el objetivo de una fecha uniforme para celebrar la resurrección y da la casualidad de que en 2025 también se alinearán los calendarios juliano y gregoriano, de modo que tanto la Pascua como la Pascha serán el 20 de abril. La Pascua también concluirá al atardecer de ese mismo día.
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El CMI está planificando una serie de eventos durante un año para conmemorar Nicea, incluida la sexta Conferencia Mundial sobre Fe y Constitución en octubre de 2025.
“Dado que la celebración común de la Pascua fue un foco importante del Concilio de Nicea del año 325 d.C., esta conmemoración presenta una oportunidad para reexaminar el tema en la Conferencia Mundial de Fe y Constitución y evaluar los avances logrados en las discusiones al respecto” dijo Jeftić.
"La convergencia simbólica de las celebraciones de Pascua en todas las iglesias en 2025, junto con la conmemoración de Nicea, proporciona un impulso único para resaltar la importancia de este asunto y revisar los debates teológicos al respecto".
La Obispa metodista unida Sally Dyck es co-moderadora del Comité Permanente para el Consenso y la Colaboración del CMI, y a principios de marzo asistió a la reunión inaugural del comité en Estambul, donde el anfitrión fue el Patriarca Ecuménico Bartolomé, Arzobispo de Constantinopla y líder espiritual de los/as cristianos/as ortodoxos/as orientales de todo el mundo.
"Se mencionó varias veces que en 2025, además de la celebración del 1.700 aniversario de Nicea, que será en Turquía, los calendarios juliano y gregoriano tienen la Pascua el mismo día: el 20 de abril. A lo que siguió una pequeña conversación sobre que sería 'bueno' si pudiéramos celebrar la Pascua el mismo día después de eso" dijo por correo electrónico Dyck, la funcionaria ecuménica de el Concilio de Obispos/as.
* Hahn es asistente al editor de noticias para Noticias MU. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org