Rachael Porter y el Rev. David Johnston parecían destinados a ser una familia adoptiva. La pareja se reunió mientras eran parte del personal en un campamento de verano metodista unido, al que siempre asistían niños/as en adopción temporal.
Johnston dijo que un niño de 9 años en particular "mejoraría emocionalmente solo con tener amor y atención que obtendría de un consejero”, al menos por unos días. “Esta idea simplemente me impactó internamente. Como una manera de expresar el amor de Dios por nosotros, necesitamos mostrar eso a los/as niños/as que se preguntan '¿Hay suficiente amor para mí?'" dijo.
Por su parte, Porter dijo que desde la escuela secundaria tenía el deseo de adoptar, después de que leyó "A Child Called ‘It’” (Un Niño llamado “Eso”). Este libro documenta la infancia del autor en un hogar abusivo. "Quería esperar cinco años después de casarnos antes de que pensáramos en tener hijos/as" dijo.
Esa marca de cinco años coincidió con el traslado de la pareja a Virginia Occidental, donde Johnston fue designado pastor de la Iglesia Metodista Unida Concordia (IMU) en Atenas. En su primera semana, fueron invitados a una comida al aire libre y se encontraron con una mujer que trabaja buscando viviendas para la Sociedad Hogar para Niños; lo próximo que supieron era que estaban en el registro para clases de crianza y que estaban en el proceso de verificación de antecedentes. Después de enterarse de la gran necesidad de familias de adopción temporal (Virginia Occidental tiene una de las tasas más altas en la nación de niños/as que son sacados/as de sus hogares debido a la adicción a las drogas) optaron por esa ruta en lugar de la adopción permanente.
El viernes anterior al miércoles de ceniza de 2017, llegó la llamada y, así de simple, se agregaron dos platos más para la cena. Los niños, un hermano y una hermana de 4 y 5 años respectivamente, ya habían estado en el sistema de adopción temporal por más de dos años, pues venían de un hogar con adicción a los opioides y esta iba a ser su sexta reubicación.
"Mudarse era una parte tan importante de sus vidas que después de unos meses uno de ellos dijo 'OK, estoy listo para mudarme ahora a la nueva casa'" dijo Johnston.
Las preguntas sobre por qué no podían vivir con su madre biológica también fueron difíciles de escuchar, pero Porter dijo que la honestidad fue la mejor política y les respondió que "su madre era adicta a las drogas y no podía tomar decisiones correctas y cuidarlos/as como debería, así que tenían que venir con alguien que pudiera cuidarlos/as".
Los reverendos Matt y Beth Johnson tienen una historia similar ya que también respondieron al llamado a convertirse en una familia adoptiva temporal para los/as niños/as que viven, en lo que Matt llamó, "una situación difícil". Después de un proceso de dos años - en abril de 2017 - pudieron adoptar al hermano y la hermana que estaban cuidando temporalmente.
"Nuestros hijos vinieron en julio, así que tuvimos una gran navidad ese año" dijo Matt, quien es pastor asociado de la IMU Suncrest en Morgantown. "Después de abrir los regalos, nuestra niña que tenía 4 años en ese momento, nos miró y preguntó: ‘¿viviré contigo la próxima Navidad?’ lo que fue desgarrador. Todo lo que pudimos decir es “espero que sí".
Beth Johnson, directora de la Fundación Wesley en la Universidad de Virginia Occidental en Morgantown, dijo que convertirse en familia adoptiva significa ayudar a los/as niños/as a lidiar con los problemas que pueden experimentar como: traumas, negligencia o abandono. "La pregunta se convirtió en: '¿Estoy dispuesto a absorber tu sufrimiento y a caminar contigo?'. Estamos escribiendo una historia de redención" dijo.
Recursos en inglés
Mira la entrevista con los reverendos Matt y Beth Johnson sobre su experiencia como padres de adopción temporal.
Servicios Familiares Burlington Inc. es una red de servicios humanos caritativos relacionados con la Iglesia Metodista Unida (IMU) de Burlington que ofrece recursos de adopción y cuidado temporal.
En Virginia Occidental, 844-HELP4WV (435-7498) es una línea directa de 24 horas para guiar a las personas adictas y sus familias, a recursos y tratamientos para la adicción y la salud mental/emocional.
Vea "Crisis de opiáceos: lo que necesita saber", un seminario en línea patrocinado por la Oficina de Beneficios e Inversiones Wespath que presenta el Rev. Barry Steiner Ball.
Lea otras historias de la serie La iglesia responde a la crisis de los opioides: El Camino hacia la Recuperación en Virginia Occidental.
"Algunas noches después de un día difícil, nos sentábamos y nos preguntábamos: '¿Podemos hacer esto?' y fue por la gracia de Dios que nunca los dos dijimos que no al mismo tiempo" dijo Matt. Ambas parejas reconocieron cuánto amor y apoyo han recibido de sus congregaciones. "Es casi como si los/as niños/as tuvieran media docena de abuelos/as en esta iglesia", dijo Johnston.
Tener un grupo de potenciales asistentes también es útil pero no tan simple. Cualquiera que se quede con los/as niños/as debe someterse a una verificación de antecedentes; algunas agencias requieren que los/as asistentes pasen por el mismo proceso de certificación que la familia de adopción temporal. Sin embargo, siempre existe la necesidad de ayuda adicional con las tareas cotidianas o de cubrir necesidades materiales de los/as niños/as; y algunos/as maestros/as retirados/as ayudan con ello.
“Si alguien en tu iglesia está considerando la posibilidad de ser padre/madre adoptiva/a, busque maneras de ayudarles; levántese y diga: 'No vamos a dejarles hacer esto solos/as '" dijo Matt Johnson.
Como “un torbellino”, Johnson recordó el día en que llegaron sus hijos/as y el temor de no tener todo lo que necesitaban. "No sabes con qué, si acaso traen algo, van a aparecer o qué tamaño de ropa o zapatos usan. Tuvimos que llamar a la gente y decirles: 'Tengo una lista de cosas que necesitamos ¿puedes ayudarnos y comprar alguna en Target ahora mismo?'" dijo.
Porter y Johnston insisten en que, aunque puede parecer desalentador, su experiencia como familia adoptiva ha sido gratificante. Y el 1 de febrero adoptaron oficialmente a sus hijos/as de manera permanente. "Es increíble la alegría que tienen estos niños. A pesar de lo que han pasado, se ríen constantemente” dijo Porter. Por su parte, Johnston agregó que la forma en que su iglesia ha abrazado a los/as niños/as es una bendición, ya que están viendo "como han empezado a aprender los rituales de adoración y las palabras, y la manera en la que están llegando a conocer la historia".
Existen numerosas oportunidades para las personas que desean cuidar a niños/as en estas situaciones, y no solo a niños/as pequeños/as. Los/as adolescentes también necesitan a alguien que los/as ayude con la escuela o con las decisiones de vida que pronto tendrán que tomar. Es posible que aquellos que dejen de usar el sistema no tengan a dónde ir y puedan usar una red de apoyo.
"No diría que cualquiera pueda hacerlo, aunque hay una gran necesidad. Tiene que ser una vocación" dijo Porter, y agregó que ella y Johnston siempre son honestos y cuidadosos de no romantizar la experiencia cuando hablan con otras personas de ello. A lo que Johnston agregó que tener una personalidad de "estable" es una gran ayuda.
"Es un trabajo duro; hay papeleo constante, contacto con los/as trabajadores/as sociales que atiende los casos, terapistas, etc… Tienes que estar muy pendiente de ellos/as, especialmente en la escuela, y necesitas del apoyo de una red de personas con quienes puedas tener la confianza de compartir lo difícil que es esta tarea. También necesitas aceptar que tus circunstancias podrían cambiar en cualquier momento”, dijo Johnston.
Durante los dos años que los Johnson pasaron por el proceso de adopción, sabían que hasta que fueran oficialmente aceptados, los/as niños/as siempre podían ser devueltos al sistema. “Nunca te sientes seguro de lograrlo hasta que el juez firma esos papeles; no puedes descansar" dijo Beth. Por su parte, Matt estuvo de acuerdo y dijo que "así lo sentimos nosotros, pero imagínate a los/as niños/as pensando en ‘¿dónde voy a vivir? ¿qué va a pasar?'". Sin embargo dijo que, “si la gente no supiera que sus hijos fueron adoptados, no se darían cuenta en este momento”.
Porter señaló que a medida que la adopción se acercaba a ser oficial, sus hijos dejaron de preguntar acerca de la mudanza. Comenzaron a referirse a su casa como permanente “un hogar para siempre".
* Butler es productor/editor de noticias multimedia y DuBose es fotógrafo para Noticias MU. Puede llamarlos al (615) 742-5470 o escribirles a newsdesk@umcom.org.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org