Claves:
• Tres conferencias anuales metodistas unidas, incluida una en África, han pedido al tribunal supremo de la denominación que se pronuncie sobre las ramificaciones del terceraplazamiento de la Conferencia General hasta 2024.
• Una gran pregunta: ¿Será necesario elegir una nueva lista de delegados/as para la asamblea legislativa?
• El Concilio Judicial también enfrenta más preguntas sobre la desafiliación de iglesias.
En su próxima sesión, el Concilio Judicial, tribunal supremo de la Iglesia Metodista Unida enfrenta múltiples preguntas relacionadas con el retraso de la máxima asamblea legislativa de la denominación hasta 2024 mientras continúa lidiando con preguntas sobre cómo manejar la desafiliación de iglesias bajo la ley de La IMU. Por ello, planea comenzar este mes las deliberaciones sobre sus 24 expedientes de otoño de 2022.
Desde 2020, la pandemia ha obligado al Concilio Judicial, con nueve miembros de Liberia, Mozambique, Noruega y Estados Unidos a hacer su trabajo de una manera nueva, pues en lugar de reunirse durante unos días en un solo lugar, el tribunal se ha estado reuniendo en línea durante todo el año y publicando las decisiones a medida que están listas y planea reanudar las reuniones en persona el próximo año.
¿Cómo funciona la elección de delegados/as?
Por lo general, determinar el número de delegados/as a la Conferencia General y quiénes serán es un proceso que toma varios años. Dos o tres años antes de la gran reunión, la comisión de la Conferencia General suele establecer un cálculo aproximado del número de delegados/as requerido.
El secretario de la Conferencia General luego determina cuántos/as delegados/as puede elegir cada conferencia anual en función de una fórmula de membresía establecido en el Libro de Disciplina, con el objetivo de acercarse lo más posible a ese número determinado. Las estadísticas de membresía utilizadas en esos cálculos provienen de los registros de las conferencias anuales más recientes presentados al Concilio General de Finanzas y Administración, la agencia de datos y finanzas de la denominación.
Cada conferencia anual luego lleva a cabo elecciones para el número de delegados/as asignados/as. Los/as miembros laicos/as de la conferencia votan por delegados/as laicos/as y los/as clérigos votan por delegados/as clérigos. Una vez que se completan las elecciones, el secretario de la conferencia anual envía los nombres y la información de identificación al personal de la Conferencia General para que pueda comenzar a trabajar en la obtención de visas para la reunión legislativa y hacer otros arreglos de viaje.
La mitad de los/as delegados/as elegidos/as deben ser laicos/as y la mitad clérigos, pero no hay nada que impida que los/as votantes de la conferencia anual elijan a las mismas personas como delegados/as para múltiples sesiones de la Conferencia General.
Mientras tanto, tres conferencias anuales le han pedido al Concilio Judicial que se pronuncie sobre las ramificaciones de la tan retrasada Conferencia General, la gran reunión legislativa de la denominación, siendo su principal pregunta si es necesario elegir nuevos/as delegados/as para la próxima Conferencia General y, de ser así, cuántos/as.
Las 133 conferencias anuales de la denominación son organismos regionales de la iglesia que consisten en múltiples congregaciones y otros ministerios. Como órganos básicos de la denominación son responsables de elegir a los/as delegados/as laicos/as y clérigos que votan en la Conferencia General.
La próxima asamblea legislativa, que generalmente se realiza cada cuatro años, estaba programada inicialmente para mayo de 2020, pero el inicio de la pandemia del COVID-19 cerró el lugar de la reunión y obligó a posponerla. Desde entonces, el virus y las restricciones de viaje resultantes han seguido obstaculizando la planificación de la reunión que atrae a delegados/as de cuatro continentes y múltiples zonas horarias.
Citando las largas esperas causadas por COVID para las visas de viaje, la comisión de la Conferencia General votó a principios de este año para retrasar la reunión por tercera vez hasta 2024, el año en que se suponía que tendría lugar la próxima Conferencia General después de 2020. Desde entonces, la comisión ha especificado que la próxima Conferencia General está programada para celebrarse del 23 de abril al 3 de mayo de 2024 en Charlotte, Carolina del Norte.
La comisión de la Conferencia General ha sostenido durante mucho tiempo que la asamblea legislativa de 2020 se ha pospuesto pero no se ha cancelado y con base en esa premisa, la comisión argumenta que las conferencias anuales no necesitan celebrar nuevas elecciones de delegados/as para la Conferencia General retrasada, ni tampoco es necesario reenviar una legislación ya debidamente presentada a la asamblea.
Sin embargo, varios/as metodistas unidos/as no están tan seguros/as. La Conferencia Anual de Alaska ha pedido al Concilio Judicial que determine si es legal según el Libro de Disciplina, que contiene las leyes de la denominación, que la comisión de la Conferencia General posponga la Conferencia General de 2020 a 2024 y celebre la sesión pospuesta en lugar de la sesión regular.
Más sobre el tribunal de la iglesia
La Conferencia General elige a los/as miembros y suplentes del Concilio Judicial. Cuatro miembros son clérigos y cinco laicos/as, quienes sirven en el tribunal de la iglesia como voluntarios/as.
Haga clic acá para leer la lista completa de los expedientes de otoño de 2022.
De manera similar, tanto la Conferencia Anual del Oeste de Pensilvania como la Conferencia Anual de Kenia-Etiopía en el este de África preguntaron al tribunal de la iglesia si la Conferencia General de 2024 debería verse como una sesión regular, en lugar de una reunión pospuesta, y qué significa eso para la elección de delegados/as.
La Conferencia Kenia-Etiopía formuló la pregunta de esta manera: “Si se deben elegir nuevos/as delegados/as ¿el número a elegir se basará en la asignación de delegados/as para la Conferencia General de 2020 o en una asignación revisada basada en la fórmula para una Conferencia General regular de 2024?”
A principios de este año, el Concilio Judicial abordó otra pregunta sobre el retraso de la Conferencia General y dictaminó que cada aplazamiento reinicia los plazos para presentar las peticiones legislativas al organismo. La Decisión 1429 del tribunal de la iglesia esencialmente abre la puerta para que se considere más legislación de la que ya estaba ante los/as delegados/as elegidos/as para la Conferencia General de 2020.
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La próxima Conferencia General ya enfrentó múltiples propuestas para la separación denominacional después de décadas de intensificar el debate y desafiar las prohibiciones del pueblo metodista unido sobre el matrimonio igualitario y el clero homosexual "autodeclarado practicante".
Pero con el tercer retraso de la sesión, ya está en marcha una separación en cámara lenta con varias congregaciones que optan por utilizar una disposición del Libro de Disciplina aprobada durante la Conferencia General especial de 2019, que permite a las iglesias dejar la denominación y quedarse con la propiedad si cumplen con ciertos requisitos financieros y condiciones procesales. Esta disposición, el nuevo Párrafo 2553 del Libro de Disciplina, solo se aplica en los Estados Unidos.
La Conferencia General especial de 2019 también estableció que la legislación aprobada en la reunión no entraría en vigencia en las conferencias centrales, regiones de la iglesia en África, Europa y Filipinas, hasta 12 meses después de la próxima Conferencia General. La ley de la iglesia expirará el 31 de diciembre de 2023, meses antes de que se reuna la próxima Conferencia General.
* Hahn es asistente al editor de noticias para Noticias MU. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org