A medida que el pastor Luis Velásquez se adapta a su nuevo rol al frente de la congregación de la Iglesia Metodista Unida Crossroads, dijo que espera que la iglesia pueda continuar expandiéndose y “hacer honor a su nombre” como un lugar donde las personas de diferentes orígenes cruzan sus vidas: “Una de las cosas que me cautiva del ministerio es saber que todos/as somos hijos/as de Dios, pues aunque somos diferentes, somos un solo cuerpo y una comunidad, muy diversa, pero aún podemos unirnos. Todavía podemos reunirnos como comunidad”.
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Velásquez se convirtió oficialmente en pastor de la iglesia en Hogan Road el 1 de julio, cuando su predecesor, Scott Walters, se jubiló después de 42 años de ministerio. Velásquez, de 31 años, ha servido como ministro de jóvenes y misionero para el desarrollo congregacional.
Dijo que quería ser parte de la iglesia desde el principio, cuando vivía en la zona rural de Georgia y su pastor animaba a los/as miembros a ser activos/as en la comunidad. Por ello comenzó a enseñar guitarra a personas de escasos recursos en zonas populares y formó equipos de fútbol, que es otra de sus pasiones y el que aún se mantiene arbitrando partidos.
Durante la universidad comenzó a enseñar en estudios bíblicos y fue promotor comunitario en la zona rural de Georgia alrededor del condado de Cherokee. Su decisión de convertirse en pastor se arraigó cuando se presentó en una conferencia sobre migración en Stuttgart, Alemania.
“Hubo un interés de la iglesia en escuchar mi historia” dijo Velásquez ya que, en ese momento, Alemania estaba recibiendo una ola de inmigrantes de África. “Entonces, compartí mi historia de lo que estábamos haciendo en términos de hospitalidad, de compañía espiritual para los/as inmigrantes” y agregó que la gente estaba llegando a Georgia desde América Latina, África y Europa.
Consideró que la experiencia fue poderosa, pues sintió que Dios lo había llamado al ministerio, por lo que se postuló a seminarios y luego asistió a la Facultad de Teología Candler en la Universidad Emory en Atlanta: “Dios me recordó cuán fiel había sido conmigo durante mi viaje como inmigrante, y me llamó a servir a los/as demás en hospitalidad, dando la bienvenida, incluyendo a todos/as sin importar de dónde vengan, su etnia, su raza, su orientación sexual, sus habilidades, simplemente sirviendo a todos/as”.
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Velásquez es originario de El Salvador y ahora tiene familia allí, en Italia y otras ciudades de Europa. Actualmente está escuchando a otros/as en la comunidad de Waunakee, y preguntando cómo se conoce a la iglesia entre las organizaciones comunitarias: “Una de las cosas que estoy preguntando es ¿saben que estamos aquí y quiénes somos para ellos/as?” Espero crear relaciones con los/as demás y hacerles saber que la iglesia está “lista para caminar en cualquier forma que necesiten o quieran que lo hagamos” dijo.
Además de un nuevo trabajo, Velásquez y su esposa Nindik Celeste tienen una hija de 4 meses, Lara. Nindik Celeste ahora trabaja a tiempo parcial para Voces de la Frontera, brindando recursos para inmigrantes. Con todo el nuevo comienzo en su vida, Velásquez dijo que está emocionado al ver como Se cumple la voluntad de Dios en su vida.
* Baunman escribió este articulo para Waunakee Tribune. Para leer el artículo original en inglés oprima aquí.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.