Terminaba el Día de Todos los Santos en la Iglesia Metodista Unida de Floresville, cuando el Rev. Peter Aguilar recibió la noticia de un tiroteo masivo, ocurrido en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, en el mismo condado rural de Texas donde se encuentra su iglesia. "Conozco al sheriff, así que lo llamé y le pregunté "¿Me necesitas?", recordó Aguilar en una entrevista telefónica. "El me respondió que sí". A las 12:15 p.m. Aguilar llegó a la escena después de haber viajado 10 millas, y fue el primer pastor local en aconsejar a los/as sobrevivientes, socorristas y otros/as presentes. "Ya habían cercado la iglesia, pero había casquillos por todas partes y un cuerpo en el césped frente a la iglesia. Fue una matanza", dijo Aguilar.
El tiroteo del 5 de noviembre en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs rápidamente convirtió a Aguilar y a otros pastores metodistas unidos locales, en capellanes comunitarios y organizadores especiales de servicios de oración. También tuvieron que consolar a los/as miembros de sus propias congregaciones que, como tantos otros en el condado de Wilson al sureste de San Antonio, conocían a las víctimas del horrible evento.
"Una miembro de la iglesia, maestra en Floresville, me envió un mensaje de texto anoche; estaba angustiada porque uno de sus alumnos murió en el tiroteo", dijo el Rev. Gil Paredez, pastor de la Iglesia Metodista Unida El Mesías en Floresville.
La prometida del hijo del líder laico de la iglesia de Aguilar perdió familiares que fueron asesinados en la iglesia bautista. "Cada congregación en Floresville fue tocada por la balacera", dijo Aguilar.
Las autoridades dijeron que 26 personas fueron asesinadas, y otras 20 resultaron heridas por un hombre identificado como Devin Kelley, quien entró a la iglesia disparando un rifle tipo Ruger. Kelley, de 26 años, murió poco después de salir de la iglesia, pero no quedó claro si fue por un disparo auto infligido, o que fue disparado por un hombre que lo persiguió.
Este es el último de una serie de tiroteos masivos en Estados Unidos, incluyendo la masacre del 17 de junio de 2015 en la Iglesia Metodista Africana Emanuel en Charleston, Carolina del Sur. Muchos/as tejanos/as también recuerdan vívidamente que un hombre armado mató a siete personas en la iglesia bautista Wedgwood en Fort Worth, el 15 de septiembre de 1999.
El Obispo Robert Schnase de la Conferencia Anual de Río Texas se enteró de los tiroteos de Sutherland Springs mientras asistía a la reunión del Concilio de Obispos en el Lago Junaluska, Carolina del Norte. Después de conversar con Aguilar emitió una declaración: "Esto fue un acto escandaloso, insensato y trágico. Pedimos la bendición de Dios sobre las familias, amigos/as y toda la comunidad. Oramos por aquellos/as que enfrentarán la reconstrucción de sus vidas después de tan profunda pérdida. Oramos por aquellos/as que fueron heridos/as, para que la gracia sanadora de Dios pueda estar sobre ellos/as", dijo Schnase.
La Revda. Susan Henry-Crowe, ejecutiva principal de la Junta Metodista Unida de Iglesia y la Sociedad, emitió una declaración sugiriendo acciones específicas para los/as metodistas unidos/as, incluyendo presión a los/as legisladores/as para que sea más exhaustiva la revisión de los antecedentes de los compradores de armas, y la prohibición de venta de armas de asalto.
"Aunque nos duela en el corazón, no podemos y no debemos dejarnos derrotar. Hacer nada para combatir los males de la violencia armada es irresponsable y contradictorio al llamado de Cristo a ser pacificadores/as", dijo Henry-Crowe.
Sutherland Springs es una comunidad de unas 400 personas. No tiene una iglesia metodista unida, aunque la familia nombrada Sutherland incluyó al Rev. A. H. Sutherland, un pastor metodista unido importante de la zona, particularmente en los ministerios mexicanos.
En la Iglesia Metodista Unida Cristo en Stockdale, a unas 5 millas al este de Sutherland Springs, se corrió la voz del tiroteo masivo durante una reunión del concilio de la iglesia, después del culto. "En aquel momento decían que el atacante seguía disparando y estaba fugitivo", dijo el Rev. Ray Perales, pastor de la IMU Cristo.
Parales y miembros de la iglesia cerraron la instalación brevemente y se dirigieron a sus casas, pero Perales fue al centro comunitario de Sutherland Springs para servir como consejero. Otros/as pastores/as locales estuvieron allí, incluyendo a Paredez de la IMU El Mesías. "Ser solidarios era todo lo que podíamos hacer. La gente estaba de duelo y llorando", dijo Paredez.
Perales ayudó a organizar un servicio de oración el domingo por la tarde para las iglesias de Stockdale, y usó su tiempo como orador para enfatizar que los límites de la ciudad no importaban. "Antes de orar, me referí al hecho de que todos/as somos una comunidad. Stockdale y Sutherland Springs son la misma cosa. Sus hijos/as van a nuestro distrito escolar", dijo.
Señaló en una entrevista telefónica que algunos/as de los primeros en responder fueron adolescentes voluntarios en un equipo de emergencias. "Tuvimos niños de secundaria que tuvieron que entrar a la iglesia", dijo, con voz tensa.
El Rev. Stephen Curry, pastor de la Iglesia Metodista Unida La Vernia en el Condado de Wilson, habló el domingo por la noche en una vigilia de oración celebrada cerca de la oficina de correos de Sutherland Springs. Su participación era para dirigir una oración, pero tuvo que hacer más cuando el estudiante de teología de la Universidad Luterana de Texas, quien organizó el evento, no podía hablar por la tristeza que sentía.
"Hablé de la esperanza, de que mañana seguiremos construyendo el reino de Dios, continuaremos siendo gente de fe, seguiremos difundiendo las buenas nuevas y que no dejaremos que las fuerzas del mal y de la destrucción nos derroten", dijo Curry.
Después de una tarde de consejería en la escena, Aguilar organizó un servicio especial en la IMU Floresville, que hace dos años comenzó una despensa de alimentos apoyada por la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs. Aguilar dijo que el servicio le dio a la gente la oportunidad de estar juntos/as y compartir su ira y dolor.
"Cantamos, oramos y leímos el Salmo 17. Cuando no sé a dónde más ir, voy a los Salmos", dijo Aguilar.
*Hodges es escritor del Servicio Noticioso Metodista Unido. El Rev. Will Rice, director de comunicaciones de la Conferencia de Río Texas, contribuyó con este artículo. Contacte a Hodges al (615)742-5470 o newsdesk@umcom.org.
**Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615) 742-5775 o por mmaldonado@umcom.org.
Para leer el artículo original en inglés, visite el enlace: http://www.umc.org/news-and-media/pastors-become-chaplains-after-church-massacre