Lo que comenzó como un simple error de envío ha inspirado un sorteo anual de Navidad. En diciembre 2017, dos bicicletas destinadas a los nietos/as de una familia en California fueron enviadas por error a Blackwell, Oklahoma. La compañía envió bicicletas de reemplazo a California, dejando dos bicicletas nuevas pero innecesarias con el pastor metodista unido Rev. Richard "Cap" McIlnay y su esposa. Al no tener nietos/as en Oklahoma, la pareja tomó una decisión festiva: organizar un sorteo de bicicletas para los/as niños/as que asisten al servicio de Nochebuena de la iglesia.
"Tengo un recuerdo de infancia de navidad, y el mejor regalo de Navidad para un/a niño/a es una bicicleta; hay muchos/as niños/as por aquí que no tienen bicicletas porque ésta es una comunidad bastante pobre y las bicicletas son caras" dijo McIlnay.
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Después de escuchar que McIlnay tenía la intención de regalar las bicicletas enviadas erróneamente, algunos/as miembros de la iglesia donaron bicicletas para el sorteo, y la iglesia regaló cinco bicicletas en total. Animados por la respuesta de la comunidad, al año siguiente McIlnay y un par más pidieron a las empresas de la comunidad que donaran bicicletas para un regalo. "El año pasado pensé que sería afortunado de obtener 20 y terminé con más de 70. No llegué a todos los negocios, pero realmente creo que podemos obtener 100" dijo McIlnay.
El sorteo ha cambiado su formato a medida que crece. Este año, la iglesia regalará certificados que se pueden canjear por una bicicleta en Walmart durante una “fiesta de cumpleaños para Jesús” celebrada unos días antes de la víspera de Navidad. McIlnay espera que el nuevo formato les dé a los padres y cuidadores tiempo para armar las bicicletas, y también espera hablar sobre Jesús durante el evento. "Me da la oportunidad de contarle a algunos/as niños/as y adultos acerca de Jesús, que de otra manera no escucharían el mensaje" dijo.
McIlnay cree que las bicicletas han tenido un impacto positivo en la comunidad, por lo que espera que el sorteo continúe y se convierta en un ministerio ecuménico comunitario.
"No puedo decirte cuántas personas han venido a decirme que una bicicleta hizo la Navidad de sus hijos/as. Una señora me dijo que era el único regalo que su hijo tenía. Quiero que los/as niños/as se lleven el mensaje de quién es Jesús. Para mí, son las caras de los/as niños/as ... Me encanta verlos/as emocionarse y no hay nada mejor que mirar la cara de un/a niño/a la mañana de Navidad" concluyó McIlnay.
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** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org
