Conectarnos unos/as con otros/as en medio del aislamiento por la pandemia del COVID-19 ha sido un desafío para todos/as durante los últimos nueve meses. La escuela bíblica de vacaciones virtual, las cenas familiares en vivo porFacebook y las caravanas por el vecindario son algunas de las muchas formas en que las congregaciones de la Conferencia Anual del Este de Ohio y las comunidades de fe se están acercando creativamente en amor entre sí y con la comunidad. La Primera Iglesia Metodista Unida de Carrollton, en el Distrito del Valle de Ohio comparte el amor de Cristo a través de fiestas en el porche.
"Todos me llaman PK", compartió la pastora principal de la iglesia, la Revda. Kimberly Arbaugh. “Estaba tratando de pensar en algo que rimara con PK (en inglés) y las fiestas en el porche salieron muy bien y fluyó. ¡Y no puedes tener una fiesta sin recuerditos de la fiesta!”. Las “fiestas en el porche” comenzaron en mayo cuando el clima empezó a mejorar, y Arbaugh consideró que, dado que las reuniones en persona en el edificio de la iglesia estaban suspendidas y no podía visitar a las personas como lo haría normalmente, tenía que haber una forma de invertir en los/as miembros de su congregación. “Durante la pandemia, la gente está deprimida porque no puede recibir visitas en su casa y muchos/as no pueden pasar tiempo con familiares o amigos/as. Necesitan ese punto brillante, ese rayo de sol en su vida" dijo Arbaugh.
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Arbaugh tomó la idea de celebrar una fiesta y por saber que la gente necesita contacto, elaboró un plan según el cual la iglesia publicó invitaciones para inscribirse en las ”fiestas en el porche” en sus redes sociales, en su correo electrónico masivo, e incluso lo anunció los domingos por la mañana. A la congregación le gustó la idea y pronto Arbaugh se encontró ocupada con las fiestas. “Al principio hacía unas tres fiestas a la semana y le dije a la gente que si ellos proveen el patio trasero, yo les daré los recuerditos de la fiesta” dijo Arbaugh, quien ordenó los detalles como burbujas y matracas, y armó paquetes individuales, todos desinfectados y sellados, y los llevó consigo a las casas que visitó. Un elemento más que Arbaugh incluyó en su planificación fue traer kits de comunión individuales empaquetados.
“No habíamos compartido la comunión desde Pascua, y la gente realmente extrañaba ese sacramento. Esta era una manera de que todavía se sintieran conectados/as, y era importante caminar juntos/as en la liturgia de la comunión” compartió Arbaugh quien también llevó una tarjeta plastificada con la liturgia de la comunión, enfatizando que era importante compartir toda la experiencia juntos/as. “Realmente ayudó a las personas a recitar juntos/as la oración de confesión y la oración de acción de gracias. Significó mucho más que simplemente compartir 'aquí está el cuerpo y la sangre'".
La mayoría de las fiestas se llevan a cabo por la tarde o la noche cuando la gente ha regresado de su trabajo del día, y Arbaugh siempre iba acompañada de su figura de “minion” de plástico como un toque adicional para las festividades.
“Nos sentamos en la vía de entrada, porches delanteros, entrada trasera, patios, garajes cuando está lloviendo un poco y podemos tener una conversación real juntos/as” compartió Arbaugh y afirmó que siempre tienen cuidado de mantener el distanciamiento social, y después de pasar un promedio de 15 a 25 minutos conversando, la fiesta pasaría al servicio de comunión. "No se trataba solo de llevar la comunión a la gente, sino que a menudo también les hacía sonreír".
Le pregunté a Arbaugh si podía compartir acerca de un par de fiestas que han dejado un impacto a lo largo de esta temporada, y dos le vinieron rápidamente a la mente.
“La primera fiesta que tuvimos fue con una pareja que no tenía hijos; ella trabajaba desde casa y él trabajaba como perforador de pozos. Fue realmente genial que ella le dijera a su jefe: "Voy a tomar un largo almuerzo hoy, mi pastora viene, vamos a tener una fiesta en el porche". Para ella era muy importante mantenerse conectada con su iglesia".
La segunda fiesta sobre la que Arbaugh compartió fue un asunto intergeneracional.
“Otra fiesta fue en la casa de una familia donde había seis hijos/as, algunos/as de los/as cuales regresarían pronto a la universidad y un hijo que cumpliría 21 en un par de días, viajaría un poco por su cumpleaños, y la mamá sintió que era importante que los/as niños /as compartieran la comunión antes de que todos/as se fueran con sus planes de viaje y para la universidad. Esto fue más que simplemente "extrañamos nuestra iglesia" porque los padres sintieron que era algo importante para el crecimiento espiritual de sus hijos/as. Aunque son adultos/as jóvenes, los padres querían asegurarse de que tuvieran ese elemento de comunión juntos/as; y estuvimos allí con tres generaciones: abuelo, padres, universitarios/as, tres generaciones compartiendo la comunión".
Algunas personas han podido regresar al edificio de la iglesia para los servicios de adoración en persona, lo que ha disminuido la frecuencia de las fiestas. “Ahora tenemos una fiesta a la semana. Algunas personas no se han sentido cómodas de regresar todavía, así que he podido visitarlas para más fiestas” dijo Arbaugh.
Las fiestas del porche no van a desaparecer este otoño, me dijo Arbaugh. “La gente realmente pareció disfrutarlo al sentirse todavía conectados/as con la iglesia, al estar conmigo de una manera muy segura y manteniendo la distancia social". Ella reconoce que el clima más frío y los próximos meses de invierno serán un desafío para la iglesia sobre cómo estas fiestas pueden continuar mientras se mantiene la seguridad de la gente y, sin embargo, Arbaugh está entusiasmada con lo que traerá esta nueva temporada. Ella anima a otras iglesias a explorar cómo podrían organizar sus propias fiestas en el porche. “Continuaremos con esto. Es algo fácil y económico de realizar, y cualquiera puede hacerlo". Incluso si no tienes un minion de plástico grande.
* Brett Hetherington es especialista en comunicaciones de la Conferencia Anual del Este de Ohio de la Iglesia Metodista Unida. El equipo de Comunicaciones de la Conferencia desea compartir otras historias que destacan las formas en que cada uno/a de nosotros/as está respondiendo al llamado de la Obispa Tracy S. Malone de llegar a nuestras comunidades de manera creativa. Envíe por correo electrónico su historia ministerial al director de la Conferencia Anual del Este de Ohio, Rick Wolcott, a wolcott@eocumc.com.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.