Claves:
• En 1970 después del huracán Celia, la Primera Iglesia Metodista Unida de Aransas Pass, Tejas se convirtió en el hospital temporal para su maltratada comunidad.
• Las cuentas varían, pero nacieron 85 u 86 bebés en la iglesia durante cuatro meses.
• La iglesia llevó a cabo un servicio especial y un almuerzo el 14 de agosto para recordar el período cuando fue hospital, y dar la bienvenida a algunos/as de los/as bebés del huracán Celia.
Hace cincuenta y dos años, inmediatamente después del huracán Celia, la Primera Iglesia Metodista Unida (IMU) de Aransas Pass, Tejas, se convirtió en el hospital temporal para su maltratada comunidad, pues allí se trataron casos de neumonía y otras enfermedades graves y también se realizaron cirugías. Las ambulancias iban y venían y si bien los relatos históricos varían, 85 u 86 bebés, incluidos tres pares de gemelos/as, nacieron en los salones de la escuela dominical convertidas en salas de parto, todas a poca distancia del santuario.
La madre de Angelina “Angel” Childs la dio a luz en una de esas habitaciones: “Me llamó ‘Ángel’ por haber nacido aquí” dijo Childs en una entrevista en la iglesia.
El pasado 14 de agosto, la Primera IMU de Aransas Pass celebró un servicio de reunión y un almuerzo para conmemorar el período de cuatro meses cuando la iglesia se convirtió en el hospital comunitario. Entre los/as asistentes estuvieron Childs, dos compañeros/as “bebés” del huracán Celia nacidos/as en la iglesia y otros/as que compartieron historias y lecciones de un momento difícil pero inspirador.
"Hiciste lo que tenías que hacer porque fue una emergencia” dijo Ernestine “Ernie” Brown, de 80 años, quien cambió su trabajo habitual de enfermería en un hospital para atender a pacientes en la Primera IMU de Aransas Pass. Billie Robinson hizo reír a los/as asistentes al servicio de reunión al describir su experiencia en la iglesia el 7 de noviembre de 1970: “Mi pequeña nació aquí, aunque no era tan pequeña porque pesó 10 libras y 8 onzas” dijo Robinson, de 79 años.
Jeannie Zirkel asistió a la reunión después de haber perdido a principios de este verano a su esposo, el Rev. Milford “Zeke” Zirkel, quien era el pastor cuando la iglesia fue hospital: “No recuerdo que Zeke regresara y dijera: 'alguien no quiere hacer esto'. Todos/as estaban dispuestos/as a ayudar y a ceder un poco de su espacio, un poco de su tiempo, para ayudar a la comunidad”.
El huracán Celia se ha desvanecido en la memoria nacional, pero cuando golpeó a Corpus Christi y pueblos costeros cercanos como Aransas Pass el 3 de agosto de 1970, era una tormenta de categoría 4, con vientos de 140 mph. Quince personas murieron en Tejas y miles de casas, negocios y barcos de pesca comercial quedaron destruidos o gravemente dañados. Los hospitales cercanos a Aransas Pass estaban fuera de servicio pero la Primera IMU no sufrió daños mayores: El campanario se soltó y estalló en el aire, bajando primero por la aguja para perforar el techo como un dardo, pero eso fue lo peor de todo.
Zeke Zirkel accedió a una solicitud del Dr. William Tinnerman, el oficial de salud pública local, de convertir a la iglesia en un hospital temporal ya que las condiciones en Aransas Pass eran desesperadas y requerían apoyo de la Guardia Nacional y la Cruz Roja.
“Estuvimos sin electricidad, sin agua y sin teléfono durante tres semanas” dijo Red Barker, de 98 años, miembro de la iglesia desde hace mucho tiempo.
Dewey Holden, también de 98 años y amigo de Barker desde el séptimo grado, así como síndico de la iglesia en 1970, recordó: “Conectaron un enorme generador a la iglesia”.
El salón de eventos se convirtió en un centro de comunicaciones y un área de administración del hospital, con operadores/as radioaficionados/as manejando el despacho. El ala de educación de la iglesia se convirtió en una sala con 18 camas y la sala de recién nacidos/as, con su gran ventana de observación, adquirió cunas adicionales para los/as bebés. Las comidas de los/as pacientes se cocinaban en la cocina de la iglesia y una sala de almacenamiento se convirtió en un cuarto oscuro para revelar radiografías.
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El hospital en la iglesia recibió a su primer paciente registrado, un hombre con una afección cardíaca, solo tres días después del huracán, informó Corpus Christi Caller-Times. Pero la iglesia ya era escenario de un frenético esfuerzo para prevenir el tétano y la fiebre tifoidea.
Una enfermera reclutó a Carl Rohlfs, entonces de 19 años y director de jóvenes de la Primera IMU de Aransas Pass, para administrar inyecciones. “Ella me dejó practicar una vez con una naranja, y de ahí en adelante, fue un brazo tras otro”, dijo Rohlfs, quien tendría una larga carrera en el ministerio metodista unido y predicó en el servicio del 14 de agossto.
El primer bebé nacido en la iglesia llegó el 8 de agosto de 1970. Rápidamente siguieron más nacimientos. El 26 de septiembre Cheryl Coronel, entonces Cheryl Weide, tuvo a su hija Sheila en la iglesia por cesárea. Recuerda estar acostada en un catre, con una lámpara brillante cerniéndose sobre ella: “Fue muy, muy extraño, pero lo hicimos bien. Gracias a Dios que instalaron ese pequeño hospital” dijo por teléfono.
Las clases de la escuela dominical de la iglesia se reunían en el santuario, para dar cabida a la atención médica y los servicios de adoración continuaron, pero no sin distracciones, incluida la preparación de comidas para los/as pacientes.
“Podíamos oler cuando estaban preparando esa buena comida y creo que todos/as estaban un poco ansiosos/as y algo hambrientos/as antes de que terminara el sermón” dijo Holden.
Oficialmente se le solicitó a los/as miembros de la iglesia que no entraran al ala del hospital, pero no había forma de evitar que se colaran para mirar a través de la gran ventana de la sala de maternidad, lo que incluía a los/as hijos/as de los/as pastores/as.
“Nosotros/as tres corríamos allí y contábamos los/as bebés y veíamos quienes eran niños y quienes niñas” dijo la Dra. Louise Zirkel Forrister, quien se hizo médica y reconoce que el tiempo que pasó en el hospital de la iglesia influyó en su elección de carrera.
Los/as bebés del huracán Celia nacidos/as en la Primera IMU de Aransas Pass tienen ahora 51 o 52 añosy si bien no pueden recordar sus nacimientos, recuerdan sus historias.
Angie Rodríguez, nacida en la iglesia el 11 de septiembre de 1970, regresó allí siendo niña para la escuela bíblica de vacaciones: “Caminaba por los pasillos preguntándome en qué habitación nací”.
Jere Allen, quien viajó desde Georgia para la reunión, recuerda haber pedido detalles sobre su nacimiento en la iglesia el 20 de septiembre de 1970. En declaraciones en el servicio de reunión, Allen citó lo que le dijo su padre: “Recuerdo caminar arriba y abajo por los pasillos y de repente lloraste y supe que habías nacido y ya habías recibido tu primera nalgada”. No fue la última, aseguró Allen a la multitud de la reunión.
Timothy Dickey no asistió al servicio, pero compartió por teléfono que era uno de los gemelos nacidos en la iglesia y que creció escuchando a su madre diciendo que no sabía que iba a tener gemelos: “Nací y la enfermera le gritó al médico: ‘Oye, aquí hay otra bebé’”.
La edición del periódico de Corpus Christi del 6 de septiembre de 1970 publicó una foto de su madre feliz pero claramente exhausta sosteniéndolo a él y a su hermana gemela, con su padre y la Dra. Gladys Auten, la administradora del hospital, de pie. “Recuerdo haber visto ese recorte en la casa de mi mamá, que era sagrado para ella” dijo Dickey.
La Primera IMU sirvió como hospital hasta el 12 de diciembre de 1970, cuando el Hospital Aransas Pass comenzó a funcionar de nuevo. El importante papel de la iglesia se ilustra con una foto grupal en blanco y negro tomada en esa época, que muestra a madres jóvenes con 31 de los/as bebés del huracán Celia. Zeke Zirkel está radiante en la última fila.
Zirkel había estado muchos años jubilado cuando en 2019 se convirtió nuevamente en pastor de la Primera IMU de Aransas Pass, a tiempo parcial. Los fines de semana viajaba hasta la iglesia junto a su esposa Jeannie desde su casa en Medina, Tejas a tres horas de distancia. Predicó su último sermón en la iglesia el 26 de junio y murió el 13 de julio a los 92 años.
Aunque Zirkel no vivió para asistir a la reunión, ayudó a Bobbie Lettiere miembro de la iglesia, a planificarla. Y aunque frágil pero decidido, concedió una entrevista a Aransas Pass Progress para un artículo del 29 de junio que presentaba una vista previa de la reunión y describía los meses de la iglesia como hospital, y le dijo a Mark Silberstein del periódico: “No lo vimos como un evento monumental sino como algo que queríamos hacer por la comunidad”.
Pero ese hecho cambió muchas vidas incluida la de Billy Ellis, quien prestó el servicio de comida para el almuerzo del 14 de agosto. Él era un niño de 11 años que asistía regularmente a la Primera IMU de Aransas Pass cuando azotó el huracán Celia y como tantos/as otros/as, quedó aturdido por la destrucción generalizada, pero en la iglesia podía colarse en el ala de educación y mirar a través de la gran ventana hacia la habitación con los/as recién nacidos/as: “Probablemente una de las mejores lecciones que he recibido en la vida vino de esos/as bebés; porque no importa lo malo que sea algo, algo bueno va a salir de allí. Eso me lo enseñaron esos/as bebés”.
* Hodges es reportero de Noticias MU y está radicado en Dallas. Lo puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org