Esta es la segunda parte, del primer artículo, de una serie de historias que buscan difundir el extraordinario testimonio de fe, trabajo y lucha que vienen dejando mujeres de cultura y corazón latinos, en los ministerios de La Iglesia Metodista Unida.
(.../... este artículo es la continuación de una entrega anterior).
Abogar en favor de las familias inmigrantes ha sido un compromiso de fe para Cindy, dentro y fuera de la iglesia. La imagen corresponde a una de sus intervenciones en la Asamblea de la Conferencia Anual de Rio-Tejas, cuando fue aprobada una resolución contra el programa de separación de familias inmigrantes promovido por la administración de Donald Trump. Foto cortesía de la Conferencia Anual de Río-Tejas.
Cuando la fe y la conciencia van de la mano
Su vocación de maestra le ha llevado a aplicar sus habilidades pedagógicas en diferentes contextos. En la organización de Mujeres Metodistas Unidas estuvo enseñando sobre temas de inmigración, así como en la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.), donde hizo una pasantía sobre el mismo tema migratorio y , en su conferencia, ha participado en los equipos de adiestramiento de diaconisas.
Actualmente Cindy está enfocada en su trabajo ministerial dentro de “La Posada”, una organización que provee apoyo logístico, acompañamiento y formación a familias que buscan refugio legal en los EE.UU. La imagen muestra uno de los espacios de dormitorio para inmigrantes. Cindy esta promoviendo un proyecto de ampliación, a través de la construcción de un nuevo edificio, para lo cual esta avocada a conseguir los recursos necesarios. Foto de Mike DuBose, Noticias MU.
Actualmente trabaja para La Posada Providencia, una organización de raíces católico-romanas, fundada y patrocinada por las Hermanas de la Divina Providencia, que tiene como objetivo ministrar a quienes buscan refugio legal en EE.UU., proporcionándoles un hogar seguro y brindándoles herramienta para que puedan auto sostenerse, integrarse culturalmente, reforzando en la gente “valores que den testimonio de la providencia de Dios” como reza su declaración de misión.
En esta organización Cindy gestiona un proyecto de construcción de un nuevo edificio, que aumentará la capacidad de atención y el número de personas que podrán alojarse en la institución. Por otra parte, atendiendo a las personas que recibe esta institución, da clases a los/as inmigrantes para ayudarles a defender sus derechos y está trabajando en una serie de videos documentales, “porque quiero usar la voz de los/as inmigrantes. También estoy colaborando con personas de otras organizaciones en varios trabajos que estamos haciendo, como un libro y otros recursos, para documentar las vivencias de los/as inmigrantes”, explica Andrade Johnson.
La llegada de inmigrantes a la frontera sur de Tejas es constante y representa el espacio ministerial recurrente donde Cindy se dedica a proveer medicinas, alimento, orientación, información apoyo espiritual y muchas otras cosas que las familias necesitan. LA imagen corresponde a la visita que un equipo de Noticias MU hizo a la frontera entre las ciudades de McAllen (EE.UU.) y Reynosa (México), donde se encontraba un campamento en una plaza pública, donde se albergaban unos/as 6 mil migrantes aproximadamente, a la espera por presentar sus peticiones de asilo. Foto Mike DuBose, Noticias MU.
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En su incansable accionar en los ministerios sociales de La IMU, el servicio de Cindy ha ido mas allá del ámbito local y conferencial. Desde hace 10 años es parte de la directiva de la Junta General de Iglesia y Sociedad (GBGS por sus siglas en inglés ) y desde allí ha trabajo activamente contra la pena de muerte, las guerras, en favor de la preservación ambiental y del trato digno y justo para las personas LGBTQ+ que son perseguidas y viene a buscar refugio a EE.UU.: “aunque los tópicos que he trabajado son importantes para mi, tengo un llamado especial a trabajar con los/as inmigrantes. Ellos/as son seres humanos; mientras que los otros temas tienen que ver con las cosas que afectan, precisamente, a la humanidad”.
“He aprendido mucho de los/as inmigrantes. Una de las cosas que les agradezco es haberme forzado a recuperar y ampliar mi español; me han enseñado jardinería y me han enseñado mucho, pero mucho de Dios. Otra cosa que he aprendido con ellos/as es el valor a la vida, me han enseñado a valorarla y disfrutarla de una manera especial. Están rodeados de sufrimiento y cosas dolorosas, pero cada vez que hay algo bueno que sucede en su entorno, ellos/as lo ven, lo agradecen y lo disfrutan de manera especial”, confiesa Cindy.
Aunque dice haber escuchado historias y cosas horribles, que prefiere no recordar; cosas que les suceden a los inmigrantes en torno a violencia, muerte, robo, secuestros, etc… “nunca dejan de dar gracias” – dice- “siempre me pone a pesar el hecho de que son personas que lo han perdido todo y siguen dando gracias. Cómo yo no podría estar dando gracias”.
La Diaconisa Cindy Andrade Johnson, recibió un reconocimiento del caucus hispano-latino de La Iglesia Metodista Unida (MARCHA), por el trabajo ministerial que ha desempeñado en favor de la comunidad hispano-latina y especialmente la comunidad inmigrante. Foto Rev. Gustavo Vasquez, Noticias MU.
La visión wesleyana del ministerio
“Cuando estoy trabajando con los inmigrantes, puedo ver todos esos materiales que contienen en palabras los Principios Sociales de La Iglesia Metodista Unida en las realidades de la gente. Puedo apreciar en el trabajo con ellos/as, esa visión holística de Wesley viendo la integralidad del ser humano y sus necesidades”, dijo Cindy en referencia al principio doctrinario metodista de la “santidad social”.
A pesar de profundo contenido social de la teología de Juan Wesley, que es la base doctrinal del metodismo, Cindy considera que la iglesia no hace lo suficiente, ante las necesidades de la gente: “Lo que pasa es que en dentro de los muros de la iglesia compartimos palabras muy bonitas, pero no las estamos materializando. Ese principio del que tanto predicamos sobre la igualdad de todos los seres humanos, no lo estamos materializando e incluso cuando lo mencionamos muchos/as, no quieren hablar de eso”.
El ministerio de Cindy tiene carácter ecuménico y mantiene relaciones de apoyo mutuo con una red de organizaciones e iglesias de distintas tradiciones y denominaciones, con el fin unir esfuerzos y recursos para apoyar a las familias migrantes en necesidad. En la imagen, acompañada por Amelia Pieterse Beassley en el Centro de Respuesta Humanitaria de Caridades Católicas. Foto cortesía de la Diaconisa Cindy Andrade Johnson.
“Tampoco se quiere hablar mucho sobre el bajo porcentaje de latinos/as en nuestra iglesia; somos menos del dos porciento, mientras que conformamos mas del 18% de la población general. Veo esa desconexión entre lo que hacemos como iglesia y nuestros valores y principios. En cambio, entre los/as inmigrantes veo como esos valores se hacen realidad, no quiero tampoco sacralizarles porque nadie es perfecto, pero están mas conectados con nuestros propios principios como iglesia, que nosotros/as mismos/as”, reflexiona Cindy.
Mientras estuvo trabajando con las comunidades inmigrantes en la ciudad fronteriza de Matamoros, en México, se encargaba de la distribución de medicinas a la espera de la llegada de un equipo médico, que se encargaría del área de salud en los albergues e improvisados campamentos: “Allí conectaba las enseñanzas de Jesus y de Wesley: ayudar a la gente. Es la gente la que le dice a uno qué necesita. Muchos/as tenían hambre y eso fue lo primero; luego comenzaron a manifestar que algunos/as venían enfermos/as y nos encargamos de llevarles a clínicas o suministrarle medicamentos de libre venta, hasta que llego un grupo de médicos/as organizados/as, varios meses después. Creo que como cristianos/as y gente de fe, tenemos que mantener nuestros brazos abierto y nuestras manos dispuestas a dar y ofrecer y trabajar con gusto por los demás.
“En el ministerio nos tocan situaciones extremas y puedo estar en un momento con alguien a quien han matado y al rato cuidando a un grupos de niños/as; orando con las familias, compartiendo consuelo en medio del dolor y después compartiendo caramelos y alegría”. Foto Mike DuBose, Noticias MU.
La oración en el ministerio
El sentirse en contacto permanente con Dios, es fundamental para Cindy en el desarrollo de su trabajo ministerial: “Oro en todo momento, en las mañanas, en las noches y en transcurso del día. Constantemente estoy pidiéndole a Dios su guía para hacer las cosas bien, porque en los ministerios donde se atienden a personas en necesidad y en situaciones, a veces extremas, es necesario saber los límites y la forma adecuada de hacer las cosas, de manera que las personas que atiendo y yo misma, podamos estar protegidos/as”.
“Mi papá tenía un hábito y es que no hacía o decidía cosas trascendentes si no oraba antes. Si yo iba a salir a un sitio que necesitaba su permiso, tenía que decirle dos días antes para que tuviera tiempo de orar y entonces dejarme ir. Eso me enseñó la importancia de la oración para el resto de mi vida”, recuerda Cindy.
Nosotros/as somos las manos y los pies de Dios aquí, por eso no va a venir ha hacer el trabajo que nos corresponde a nosotros/as. Para ello nos da sabiduría para hacer las cosas correctamente y hay que tener paciencia para recibir y discernir sus respuestas”.
“Miguel” Johnson es un educador de Minnesota, que ha compartido la vida y ministerio de Cindy desde 1990 cuando se casaron. De acuerdo con Cindy, el apoyo y la compresión de Miguel hacia su trabajo ha sido una gran ayuda para la obra de Dios entre los mas necesitados. Foto cortesía de la Diaconisa Cindy Andrade Johnson.
Bajo el sustento de la mano de Dios y el apoyo de Miguel
En 1990 se casó cuando tenia 24 años, con Miguel Johnson, quien es oriundo del estado de Minnesota y vino a trabajar como maestro a Brownsville, en la misma escuela donde trabajaba Cindy: “Nos conocimos y comenzamos a salir y de repente, la directora de la escuela llamó a mis padres, a quienes conocía de cerca, para decirle que yo estaba saliendo con Miguel. Ellos me preguntaron ‘qué esta pasando’ y yo le conté que estaba saliendo con él; al pasar el tiempo nos casamos”.
Cindy recuerda que su padre habló antes con ella: “me dijo que tenía que pensar bien algunas cosas porque Miguel no iba a la iglesia, era anglosajón y esas diferencias son importantes considerarlas en una relación. Yo le dije papá él es como tú, no te preocupes y han sido grandes amigos realmente, porque Miguel es una persona muy solidaria, siempre me apoya y esta ayudando a los demás, tal como me enseñaron mis padres a mí”.
“Estos 31 años junto ha Miguel han sido muy buenos. Queríamos tener esta vida que Dios nos ha dado”. Foto cortesía de la Diaconisa Cindy Andrade Johnson.
“Tenemos mucha independencia, porque me ha tocado atender trabajos y ministerios que me han requerido estar viajando constantemente y él siempre ha sido muy solidario y dispuesto a apoyarme y animarme. Tenemos los mismos valores y creo que eso es lo más importante de tener un compañero en la vida”.
Miguel y Cindy decidieron no tener hijos/as desde el principio de su matrimonio. Sin embargo, “periódicamente revisábamos esta decisión a ver si había alguna cambio. Pero, siempre nos mantuvimos en nuestra decisión original. Hubiese sido muy difícil haber hecho todo lo que he hecho en el ministerio, con niños/as en la familia. Muchas veces en este trabajo con las familias inmigrantes ponemos en riesgo nuestras vidas, imagínate esa situación con niños esperando en la casa, sería muy difícil”, concluyó Cindy.
* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: gvasquez@umnews.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis a UMCOMtigo
