El Pastor Rafael Luna, de 61 años, falleció el pasado 10 de abril como consecuencia de complicaciones respiratorias ocasionadas por el COVID 19. Luna era pastor del Centro Cristiano de Alabanza “El Remanente” de La Iglesia Metodista Unida (IMU) en la ciudad de Denver, Colorado y miembro de la Conferencia Anual Sky Mountain.
En entrevista concedida a Noticias MU vía zoom, la familia del Pastor Luna compartió detalles de la experiencia que han vivido en medio de la pérdida familiar y el riesgo latente de estar contagiados/as por el COVID-19.
“Él estuvo cuatro días en cama y el domingo 22 de marzo, al terminar el servicio virtual que hemos venido haciendo, me pidió que lo llevara al Hospital Saint Joseph, porque se sentía mal. Lo examinaron, le hicieron la prueba del virus y salió negativa. Sin embargo, le diagnosticaron neumonía y entonces lo mandaron a casa con un tratamiento para tres días”, dijo la Sra. Eva Luna viuda del Pastor Rafael.
Al segundo día del tratamiento Luna volvió a recaer y tuvo que ser ingresado de emergencia nuevamente en el hospital “Desde ese momento no pudimos volver a verlo, porque lo dejaron hospitalizado, haciéndole análisis y a los dos días -26 de marzo- nos informaron que le habían detectado el virus”, su esposa.
Los médicos le solicitaron a la familia que se resguardaran en cuarentena, mientras ingresaron al pastor en la unidad de cuidados intensivos “Nos dijeron en los días siguientes a su ingreso que se mantenía estable, hasta el viernes 10 de abril, cuando nos informaron de su fallecimiento”, dijo Eva con voz entrecortada.
La familia presume que el Pastor Luna pudo haberse contagiado del COVID-19 en el hospital cuando lo ingresaron por primera vez.
La familia teme estar contagiada del virus, ya que estuvieron en contacto con el Pastor Luna, pero no han tenido un diagnóstico al respecto, ya que en el hospital no les hicieron los exámenes correspondientes. De izquierda a derecha: Alejandra Corales (nuera), Rafael Jr. (hijo mayor), Eva (esposa), el Pastor Rafael Luna y Juan Pedro (hijo menor). Foto cortesía de la familia Luna.
La familia en riesgo de contagio y sin acceso a las pruebas
A pesar de que el Pastor Luna, una vez contagiado con el virus, y sin saberlo, convivió varios días con su familia, el personal del hospital se negó a practicarles el examen de detección, a pesar de que su esposa Eva ya tenía síntomas de la enfermedad. La recomendación fue que volvieran a casa y guardaran una cuarentena rígida de dos semanas.
Alejandra Corales, nuera del Pastor Luna, recuerda que recibió con sorpresa las indicaciones que les dieron en el hospital cuando solicitaron el examen de COVID-19 “no solo no nos hicieron el examen, sino que nos dijeron que volviéramos a casa y que si teníamos los síntomas del virus los tratáramos con ‘Tylenol’ (acetaminofén); y que acudiéramos al hospital solo en caso de tener problemas respiratorios”.
La Revda. Lyssette Pérez, presidenta del caucus hispano-latino metodista unido MARCHA (Metodistas Asociados/as por la Causa Hispano-Latino Americana) ha estado en contacto con la familia Luna. El caucus ha estado adelantando varias acciones para apoyar a la familia en lo pastoral, lo financiero y la salud: “Estamos haciendo contacto con el superintendente y pastores/as hispano-latinos/as del área, para ver qué se puede hacer para lograr que el hospital les haga las pruebas de COVID-19 a toda la familia”
Aunque el Pastor Rafael Luna (derecha) dedicaba la mayor cantidad de su tiempo al servicio de la iglesia, solo contaba con un contrato a tiempo parcial. Para mantener a su familia trabajaba como tapicero en su negocio, además de estudiar en un seminario y tomar el “Curso de Estudio” en La Iglesia Metodista Unida, como parte de su proceso de formación ministerial. Foto cortesía de la familia Luna.
El dilema de no tener seguro médico
Rafael Jr., hijo mayor del Pastor Luna, no se explica porqué no ingresaron a su padre desde el primer día que acudió al hospital, ya que tenía una neumonía diagnosticada en medio de la pandemia actual. “Conozco a otro hermano de la iglesia que tenía una pre-neumonía y lo ingresaron a la unidad de cuidados intensivos desde el primer momento que acudió al hospital. Tal vez por que él si tenía seguro”, reflexiona Rafael Jr.
Al igual que más de 10 millones de familias hispano-latinas en los EE.UU., los Luna no cuentas con seguro médico, recientemente habían recibido una aplicación para registrarse en el Medicaid (programa del estado para asistir a personas de bajos ingresos en sus necesidades de salud) el cual cubriría atención en casos de emergencia, pero no dio tiempo para que el Pastor Luna pudiera registrarse.
De acuerdo a estadísticas del censo de 2018 publicadas por la organización sin fines de lucro The Kaiser Family Foundation, la población hispano-latina es el grupo étnico racial con el mayor índice de personas sin seguro médico. Mas del 20% de la comunidad hispano-latina (aproximadamente 10.2 millones de personas) no cuenta con ningún programa que garantice su acceso a servicios de salud.
En La Iglesia Metodista Unida, sólo los/as pastores/as a tiempo completo cuentan con seguro médico. Mientras que quienes trabajan a tiempo parcial para la iglesia, no cuentan con este tipo de beneficio.
En este sentido la Obispa Karen Oliveto, líder episcopal del are de Mountain Sky, dijo: “Soy de las personas que entiende esto como una falla importante de nuestro sistema… No podemos tener iglesias saludables si no tenemos pastores/as saludables. Este es un problema de justicia sistémico más amplio. Todas las personas deben tener acceso a atención médica asequible”.
Por su parte, la Rvda. Bich Thy (Betty) Nguyen, directora de Ministerios Multiculturales y de Apoyo de la conferencia, se mostró a favor de “que se considere la posibilidad futura de incluir recursos adicionales, en el paquete de compensación para pastores/as a tiempo parcial, que pueda ayudar a cubrir o diferir el costo de comprar seguros médicos en el mercado regular”, dijo.
Algunas organizaciones y empresas ofrecen este tipo de ventajas en sus contratos a tiempo parcial. Así mismo, señaló Nguyen tener disponible “terapeutas contratados -por la iglesia - para pastores/as sin cobertura de atención de salud mental, sería también una ayuda significativa”.
Rafael Luna, al igual que muchos/as otros/as clérigos/as hispano-latinos y de otros grupos étnico-raciales, dedicaba la mayor parte de su tiempo a servir a la iglesia local, bajo un contrato de trabajo a tiempo parcial, por el que había comenzado a recibir salario a comienzos de 2020, después del 10 años de ministerio.
Luna era uno de los muchos/as pastor/as “bi-vocacionales”, que sirven en la iglesia. Este es el nombre que reciben aquellos/as quienes cumplen funciones pastorales a tiempo parcial en una iglesia y que además tienen que tener un trabajo “secular” que les permita sustentar a sus familias. Hacía seis meses, Luna había abierto su propio negocio en un local comercial, relata la Sra. Eva.
Al mismo tiempo, de llevar dos trabajos, Luna estudiaba teología a nivel universitario y tomaba el “Curso de Estudio” de La IMU junto a su viuda y su hijo Rafael Jr.
La carga de estudio y trabajo pudo haber afectado su salud y hacerlo más propenso al contagio del COVID-19, el cual es particularmente agresivo en organismos con un sistema de inmunidad débil. “Hace dos años, fuimos a un curso en California y tuvimos que llevarlo al hospital porque le dio bronquitis. Él no tenía ninguna otra enfermedad, pero si se sentía cansado”, recuerda la Sra. Eva Luna.
El Pastor Rafael Luna era reconocido entre sus colegas y el liderato de la Conferencia Anual de Sky Mountain, como una persona apasionada y comprometida con el ministerio. En la foto vestido de payaso durante una actividad especial con niños de la congregación. Foto cortesía de la familia Luna.
El legado ministerial se mantiene
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“No sólo hemos perdido a un estudiante, sino que hemos perdido a un gran amigo y colega en el ministerio”, comentó la Revda. Sandra Jiménez, Asistente de Director del Curso de Estudios de la Jurisdicción del Oeste. Los pastores Manuel y Sandra Jiménez conocieron a la familia Luna desde que ellos mostraron su interés en ser parte de La IMU.
El Pastor Luna era maestro de las clases de Siervo Laico del Distrito Metro Mile High junto con el Pastor Manuel Jiménez. “El Pastor Luna tenía muchos planes y proyectos. Estaba muy motivado por ser miembro del comité de Siervos Laicos, quería asegurarse que se seguían desarrollando líderes”, comento el Pastor Jiménez.
La Obispa Oliveto, lamentó el fallecimiento de Luna y manifestó que “era una persona apasionada por el pastorado y totalmente comprometido con el ministerio de la iglesia. Junto con su esposa e hijos/as conducía un ministerio vibrante, multi-generacional y bilingüe”.
“Muchos/as de sus colegas pastores/as en el área de Denver, me han compartido la manera como Rafael les había impactado por su profunda fe y alegría” dijo Oliveto.
El Rev. Paul Kottke, Superintendente del Distrito Metro de Mile High, recordó “hace 5 años conocí a Rafael. Su congregación siempre ha sido muy dinámica y activa... En el último año, la comunidad de fe de ‘El Remante’ se congregó en la IMU John Collins, la cual fue cerrada, dejando a esta congregación hispana como el principal ministerio del lugar. Esperamos que la congregación continúe creciendo y dentro de unos años pueda ser oficializada como iglesia ante la conferencia”, dijo.
Junto a su inseparable esposa Eva, cursaron estudios de formación teológica y ministerial, en los programas que imparte la IMU. Foto cortesía de la familia Luna.
El acompañamiento de la conferencia
La obispa se ha reunido con la familia y con el Rev. Kottke, para expresarles su apoyo “la conferencia, y en particular el clero, se ha reunido para apoyar a la familia Luna y también a la congregación, a través de la recaudación de fondos, así como del acompañamiento presencial”, con las respectivas limitaciones que la actual situación de salud impone.
“Hemos creado tres fondos: una recaudación que se esta haciendo a través de una congregación local cercana a “El Remanente”; una solicitud a través de “GoFundMe” iniciado por la familia; y una donación del Fondo del Pacto Clerical de la conferencia , por un monto de $ 2,000”, aseguró Kottke, quien agregó que “lo más importante es que le hemos asegurado a la congregación que trabajaremos muy de cerca con ellos, mientras caminan por este nuevo sendero”.
El futuro de “El Remanente”
El Centro Cristiano de Alabanza “El Remanente”, continúa haciendo servicios virtuales, con la participación de un grupo de predicadores/as de la congregación. En este equipo participan activamente la hermana Eva Luna, viuda del pastor, y su hijo Rafael Jr.
“Yo me siento fortalecido en mi fe, aunque estamos pasando por momentos de dolor actualmente. Se que Dios tiene un propósito en todo esto, y me estoy esforzando para ser el apoyo que mi familia y que mi iglesia necesita. Nos levantamos para orar por todas las familias que están experimentando este mismo dolor como consecuencia de la propagación de este virus”, dijo visiblemente emocionado Rafael Jr., quien esta siguiendo un proceso de formación ministerial en La IMU.
Desde su elección como obispa en 2016, Oliveto ha manifestado que el fortalecimiento de los ministerios entre las minorías étnico-raciales es una prioridad. Por ello considera y valora el trabajo ministerial que deja este pastor como legado: “La iglesia que pastoreaba es una de nuestras iglesias hispanas más fuertes. En una conferencia que es mayoritariamente caucásica, estamos agradecidos/as por todo lo que aprendimos de él y su ministerio”.
“Como se mencionó anteriormente, estamos trabajando con la congregación para asegurar su futuro. Un don del pastor Rafael era el tener la capacidad de animar y nutrir a la congregación, para asumir el llamado al ministerio y estamos viendo parte del fruto de este esfuerzo. Creo que este será su gran legado”, afirmó la Obispa Oliveto.
Para el superintendente, Rev. Kottke, “es una prioridad mantener la estabilidad de la congregación y fortalecerla, ya que ‘El Remanente’ es uno de los ministerios hispano-latinos, mas fuertes de nuestra conferencia”.
Miembros de la congregación del Centro Cristiano de Alabanza “El Remanente” de la Iglesia Metodista Unida. Foto cortesía de la familia Luna.
El desafío de mantener la integración de la comunidad de fe, en medio de la pandemia, se acrecienta por la ausencia física de su pastor fundador. “Sin embargo, la conferencia cuenta para esta tarea, no sólo con el liderato y la dedicación de la familia Luna (especialmente de Eva y Rafael Jr.), sino que también tenemos nuestro Evangelista Conferencial, el Rev. King Harris, quien trabajará en estrecha colaboración con ellos durante este tiempo”, dijo Kottke.
“Como superintendente de este distrito, he trabajado para encontrar mentores/as para ayudar a cada uno/as de los/as pastores/as navegar nuestro ‘sistema’ metodista unido”, de acuerdo con Kottke.
Actualmente en el Distrito Metro de Mile High, existen cinco congregaciones hispano-latinas, cuya membresía es mayoritariamente de origen mexicano, inmigrantes de primera generación. “Esperamos tener un nuevo ministerio para hispano-latinos/as de 2da y 3ra generación”, dijo Kottke.
Bajo la coordinación de la Rvda. “Betty” Nguyen, los/as pastores/as hispano-latinos/as, junto con el Rev. King Harris, se han estado reuniendo semanalmente para orar y brindarse apoyo mutuo.
El Pastor Luna realizó el curso de Licenciatura para Pastor Local en la Escuela de Teología Iliff en 2014. Además, realizó 26 cursos en el Seminario Bíblico Nazareno, en Kansas, donde esperaba completar el grado de Bachillerato en el 2021.
El talento por la música lo compartió con sus hijos Rafael Jr.(izquierda) y Juan Pedro (centro) , a quienes enseñó a tocar varios instrumentos, para integrar el grupo de alabanza de la iglesia. Foto cortesía de la familia Luna.
La Revda. Jiménez, recordó que hace poco mas de un mes habían cenado en casa de los Luna y habían hablado de planes ministeriales y de la experiencia de conversión del Pastor Luna al cristianismo y de cómo Dios había transformado su vida. “Él nos dijo que cuando aceptó a Cristo como su Señor y Salvador, trabajaba de músico y tenía varios contratos pendientes; sin embargo, lo dejó todo por servir al Señor y dedicar sus talentos musicales a su obra.”
Luna fue un músico talentoso que estudió en la escuela de Bellas Artes en Chihuahua, México y participó en un grupo de música secular del cual llegó a ser su director musical. Después de atender el llamado al ministerio, puso sus dones al servicio de la iglesia llegando a grabar varios discos con el grupo musical cristiano “Rayo de Sol” del cual fue fundador y propietario. En su más reciente grabación “Odres Nuevos”, su esposa Eva y sus hijos Rafael Jr. y Juan Pedro tuvieron participación. Él y su esposa son autores de la letra de algunas de las canciones.
Rafael Jr. y Juan Pedro, sirven en el liderato de la iglesia y fueron educados musicalmente, por su padre de quien aprendieron a tocar varios instrumentos. Entre varios proyectos que el Pastor Luna dejó pendiente, se encuentran un cuarto disco, cuya música está lista para ser grabada; asi como un proyecto ministerial enfocado en alcanzar a más jóvenes de la comunidad.
Rafael Luna, nació en Chihuahua, México, el 2 de diciembre de 1958. Le sobreviven su esposa Evangelina Guevara (Eva Luna), sus hijos Juan Pedro Luna y Rafael Luna Jr., su nuera Alejandra Corales y su nieta Aimeé Luna.
* El Rev. Gustavo Vásquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615) 742-5155 o por correo: gvasquez@umnews.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscribirse gratis al UMCOMtigo.