El Rev. Pablo Sosa, uno de los más prolíficos compositores, músicos y arreglista del metodismo de habla hispana, falleció el 11 de enero a los 85 años en su natal Argentina. Nació el 16 de diciembre de 1934, fue pastor de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina (IEMA) y un líder mundialmente reconocido por su labor ministerial en la composición musical, docencia, dirección coral, liturgia y promoción de la integración de los valores musicales y culturales, de las diferentes regiones del mundo en la experiencia del culto de adoración.
Un Tango Para el Papa Francisco
El maestro Pablo Sosa fue vecino del Papa Francisco durante su infancia. Foto cortesía Pablo Sosa.
Un hecho particular en la historia del Rev. Pablo Sosa, fue la ocasión cuando una de sus composiciones fuera cantada en la misa de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción y la Universidad Católica, presidida por el Papa Francisco, cuando visitó la ciudad de Washington DC el 23 de septiembre de 2015.
"Este Momento en Punto", fue la pieza escogida para esa ocasión de acuerdo a los encargados de preparar la liturgia, su música es cautivadora y contagiante por la combinación del candombe y la milonga, ritmos precursores del tango desarrollados en el siglo 18 y que utilizan fórmulas rítmicas de origen africano.
El Papa, que nació en Buenos Aires y ha dicho que amaba bailar el tango y la milonga cuando joven, se conocía con el Rvdo. Sosa quien vivía a dos cuadras de su casa natal. "Tengo que decirles unas palabras acerca de Francisco. Nació y se crio en el barrio de Flores de nuestra ciudad y la iglesia de San José de Flores, donde decidió su vocación pastoral, está al otro lado de la plaza de nuestra propia iglesia metodista", dijo Sosa en un artículo publicado por el Washington Post en 2015.
El Rvdo. Sosa se formó teológicamente en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET), donde obtuvo su título de Bachiller en teología y posteriormente fue profesor emérito en las cátedras de Liturgia e Himnología. En 1962 fundó la Escuela de Música de la institución, y a partir de 1976 se integró a su equipo de producción adscrito al Departamento de Comunicaciones. En 1972 organizó el conjunto “Música para Todos”, que dirigió hasta 2003.
En el ámbito secular fue profesor de Dirección Coral en el Conservatorio Nacional de Música “Carlos López Buchardo” de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, durante 30 años.
La Música para Todos/as
En una entrevista publicada por Claudio Mamud en el blog “Páginas Musicales”, Sosa relató el origen del conjunto, “Música para Todos”, entre otras reflexiones sobre la música, la liturgia y la cultura. Esta experiencia musical rompió algunos de los esquemas y barreras entre lo clásico y lo popular, algo que Sosa siempre procuró a lo largo de su trayectoria.
“Fue en 1972. Yo recién volvía de los Estados Unidos, de realizar una maestría en música sacra... era una época en la cual se cuestionaba el lugar de la cultura y del músico en la sociedad. Eso me hizo reflexionar en lo que yo estaba haciendo en ese momento… y me dije: ‘Yo a esta forma de hacer música no me voy a dedicar”.
“Entonces formamos un conjunto de doce personas, que eran amigos, familiares, etc., y lo llamamos ‘Música para Todos’. Era un conjunto, no un coro, porque dentro de lo que era el ‘anticoncierto’, quería también abandonar la idea del coro con su disciplina y uniforme”.
“Cantaban absolutamente todos. Como yo nunca le dije a nadie que tenía que dejar de cantar por la edad, estaban juntos los jóvenes con los mayores”. Para ver la entrevista completa presione aquí.
Alcanzó un bachillerato en el área musical y una Maestría en Música Sacra. Fue uno de los primeros latinoamericanos en realizar estudios en Estados Unidos y en Alemania en el área de liturgia y música, tomando clases en el Westminster Choir College de la ciudad de Princeton en Nueva Jersey, la Hochschule für Musik (Universidad de la Música) en Berlín y la Escuela de Música Sacra del Seminario Unión en la ciudad de Nueva York. Además, estudió canto, órgano, dirección coral, Historia de la Música y análisis formal.
Sosa desarrolló una notable labor pedagógica en el área de música y liturgia dictando cursos y seminarios en Argentina, Brasil, Costa Rica, Bolivia, Japón, Suiza, Dinamarca, Filipinas, Canadá y Zimbabwe. Fue un incansable promotor de la inclusión de expresiones de las culturas locales en la música y la liturgia de la iglesia.
En el metodismo de habla hispana y más allá, se reconoce su labor en la producción de innumerables himnos y piezas musicales, con un contenido teológico enraizado en la teología wesleyana y latinoamericana contemporánea. Participó en la edición de varios himnarios y cancioneros, entre los cuales se destacan el “Cántico Nuevo” (1962), el “Cancionero Abierto” (1974) y “Canto y Fe de América Latina” (2005) en colaboración con otros colegas.
Tuvo un papel muy destacado en el ámbito de la liturgia a nivel internacional, entre otras cosas, por su participación como liturgista de la VI Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y como productor del himnario usado en esta reunión, que se llevó a cabo en Vancouver, Canadá, en 1983. Al respecto, Andrew Donaldson, ex consultor litúrgico del CMI expresó que esa asamblea: “significó un cambio en mi vida, motivado por la pasión y compasión de Sosa en su introspección de la cultura, las alegrías, los dolores y las luchas de la comunidad que originaba las canciones.”
En 2018 fue distinguido por la Sociedad de Himnología de EEUU y Canadá (The Hymn Society in the United States and Canada) con el título de “Fellow”, equivalente al de Miembro Pleno de dicha sociedad. Este reconocimiento de carácter vitalicio, el más alto otorgado por esta institución, respondió a su labor como compositor, profesor, director coral, músico eclesiástico y promotor cultural.
“Como director de ‘Música para Todos’, Sosa trabajó para derribar las barreras entre la música popular y la música clásica y facilitar el acceso a los diferentes géneros de música, superando divisiones culturales y denominacionales. Sosa es un intelectual incansable, que está siempre incorporando nuevas ideas, utilizando nuevos enfoques”, afirmó Donalson en el momento en que se le otorgó la distinción en 2018. La Hymn Society de EEUU y Canadá, fundada en 1922, es un organismo ecuménico de gente apasionada por los himnos y el canto congregacional.
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Sosa fue compositor de reconocidos cantos de la liturgia y la himnología protestante latinoamericana, los cuales han sido traducidos al inglés, alemán, portugués, sueco, finlandés, chino y japonés. Entre las piezas musicales más conocidas se encuentran: “El cielo canta alegría” (1958), “Cristo vive” (1960), “Si fui motivo de dolor”(1960), “Miren qué bueno” (1970), “Gloria” (1978), “La bendición del Dios de Sara” (1988), “Este momento en punto” (1990) y, más recientemente, “Que esta Iglesia sea un árbol”, dada a conocer mundialmente en la Asamblea General del Consejo Mundial de Iglesias en Busan, Corea, 2013 y lema de la 46ta Asamblea Anual del Caucus Hispano-Latino de La Iglesia Metodista Unida (MARCHA-Metodistas Asociados por la Causa Hispano Americana), celebrada en la ciudad de Dallas en 2017.
En 2003 la editorial GIA Publications de la ciudad de Chicago, lanzó al mercado el disco “Este es el Día”, que contiene una recopilación de diecinueve canciones, presentadas en inglés y español, de las más conocidas de Sosa. La editorial calificó este material como “el legado e inspiración de Sosa para las futuras generaciones de compositores de música sagrada”.
En 2007 Sosa también escribió para la Iglesia Metodista Unida de EEUU, “Un canto de Libertad” (A Song of Freedom) que fue una guía para el estudio del movimiento misionero a través de sus canciones.
* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el gvasquez@umcom.org. Para leer más notícias de United Methodist, suscríbase al resumen quincenal de noticias.