Puntos Clave:
- Los vientos del huracán Katrina en 2005 derribaron el campanario de 18 metros de la Iglesia Metodista Unida Rayne Memorial y lo hicieron estallar.
- El primer domingo que la iglesia abrió sus puertas para el culto en el salón de reuniones, la congregación preparó unas 12 sillas, pero acudió tanta gente que necesitaron más.
- La iglesia se convirtió en un centro de alojamiento y de despliegue de equipos de voluntarios/as que venían a limpiar y desmantelar las casas de los alrededores de Nueva Orleans.
La Iglesia Metodista Unida (IMU) Rayne Memorial era conocida como la "Iglesia del Campanario Iluminado" desde 1875, pero los vientos del huracán Katrina en 2005 derribaron el campanario de 18 metros y lo hicieron estallar.
La Revda. Callie Winn Crawford, entonces pastora de la iglesia, dijo a su congregación: "Ahora deben ser conocidos como la 'Iglesia del Pueblo Iluminado'". Pasaron tres años, pero el campanario y su luz brillan de nuevo. Veinte años después de la tormenta, la congregación sigue siendo la iglesia del pueblo iluminado, dijo Crawford. Ahora está semi-jubilada y predica en la IMU de Algiers en Nueva Orleans.

Crawford había evacuado a Baton Rouge, Luisiana pero regresó en cuanto comenzaron a abrir las puertas de Nueva Orleans para que los/as residentes pudieran "mirar y marcharse".
“Se podía entrar a echar un vistazo al amanecer, pero había que irse antes del anochecer. Cuando llegué, no había señales de tráfico y parecía la luna. Solo había ceniza y escombros por todas partes” dijo.
Dijo que los vehículos de la Guardia Nacional eran los únicos en las calles y que de vez en cuando, un Humvee pasaba por la avenida San Charles frente a la iglesia, y un miembro de la Guardia Nacional le dijo que a Nueva Orleans la llamaban "Bagdad en el pantano".
Cuando la ciudad abrió en el código postal de la iglesia, Crawford esperaba que la gente regresara en masa, pero ella era la única que esperaba al amanecer para entrar a la ciudad. "Estuve sola en la casa parroquial durante mucho tiempo".
El primer domingo que Rayne Memorial abrió sus puertas para el culto en el salón de reuniones, Crawford colocó unas doce sillas. Organizaron un espacio improvisado para el culto y ella preparó un servicio sencillo. "Parecía un pueblo fantasma" dijo, pero el servicio estaba abarrotado. Tuvieron que conseguir más sillas.
No sé cómo se corrió la voz, pero la gente que pasaba en coche decía haber visto el letrero de la fachada que decía 'Abierto'. No había muchos edificios con esa palabra. Era algo maravilloso: cada vez que veías un nuevo letrero de 'Abierto', tenías que alegrarte.
Crawford regresó y vio que la ciudad había colocado un letrero de "Condenado" en la puerta principal de la iglesia. Ella había impreso un letrero de "Abierto" mientras estaba en Baton Rouge, así que "lo puso justo al lado del letrero de "Condenado" con una flecha que indicaba una entrada más segura".
La Iglesia Metodista Unida Rayne Memorial fue construida en 1875 en estilo neogótico y fue completamente restaurada tras el huracán Katrina. Foto de Mike DuBose, Noticias MU.
Rayne Memorial perdió aproximadamente un tercio de su liderazgo y un tercio de sus miembros tras el huracán. El Hogar Infantil Metodista Unido, que solía llevar a sus niños a la iglesia todos los domingos, se mudó a Ruston, Luisiana y posteriormente cerró. Otras iglesias cerraron o fueron reutilizadas.

Ellen Blue, autora del libro "En caso de Katrina: Reinventando la Iglesia en la Nueva Orleans post-Katrina" comentó: "No pudimos encontrar a algunos/as pastores/as durante mucho tiempo".
La Conferencia Anual de Luisiana se comprometió a no enviar de regreso a Nueva Orleans a ningún/a pastor/a que no quisiera ir, afirmó Blue.
Crawford dijo que hubo una época en la que la gente no creía que Nueva Orleans se recuperaría. Recuerda el primer funeral que predicó después del huracán Katrina. “Recibí una llamada preguntándome si podía oficiar un funeral en el Barrio Francés. Un hombre murió en Lakeview, una zona de Nueva Orleans que sufrió fuertes inundaciones. Él y su esposa habían evacuado al ático cuando subió el agua. El esposo recordó que había dejado las llaves y las identificaciones abajo. Le dijo a su esposa que volvería enseguida. Nunca regresó”. Su funeral se celebró en un pequeño café, dijo.
Después de eso, su hermano venía todos los años a nuestro servicio del Jueves Santo. Siempre estaba allí para comulgar. Hay muchísimas historias desgarradoras.
Escombros de ventanas, partes del campanario y la aguja cubren la acera frente a la Iglesia Metodista Unida Rayne Memorial en 2005, tras el huracán Katrina. Foto cortesía de la Revda. Callie Winn Crawford.
Shawn Darnell, directora ejecutiva de instalaciones de Rayne Memorial, colaboró con la estación de tormentas de Nueva Orleans del Comité Metodista Unido de Ayuda (UMCOR por sus siglas en inglés) en 2005. Ayudó a programar, alojar y desplegar a los equipos que vinieron a limpiar y desmantelar las casas de los alrededores de Nueva Orleans.

"Nunca me había dado cuenta del impacto positivo que tuvo Katrina en la gente que atrajo; fue lo mejor y lo peor de los tiempos" dijo Darnell.
Crawford recuerda los primeros días de recuperación como "muy conmovedores, muy duros, pero simplemente poderosos". Dijo que el pasillo afuera del salón de reuniones estaba repleto hasta el techo de cubos para inundaciones, ropa de bebé, pañales y todo lo necesario en un sitio de misión.
“Algunas iglesias pagan mucho dinero para que un consultor les explique cuál es su misión. La situación después de Katrina nos lo gritaban a diario” dijo.
La iglesia instaló tres duchas y trajo 40 colchones inflables. “Recibimos equipos de voluntarios/as durante casi tres años hasta que el Obispo dijo: ‘¡Basta!’”
Al principio, Crawford dijo que estaba obsesionada con intentar encontrar a todos/as los/as miembros de la congregación que se habían ido durante la tormenta.
“Colocamos un mapa grande en el pasillo y marcábamos con alfileres los lugares donde habían sido evacuados los/as miembros de Rayne. No tardó mucho en quitarlos y colocarlos para todos/as los/as voluntarios/as y sus ciudades de origen. Ese pequeño cambio siempre será una señal de esperanza para mí” dijo.
Darnell dijo que no habría querido participar en ninguna otra parte del trabajo de recuperación gracias a los/as voluntarios/as y agregó que “Los nuevos grupos que llegaban cada semana nos revitalizaban. Creo que La Iglesia Metodista Unida tenía una ventaja porque UMCOR existía antes del huracán Katrina. Mientras algunos/as intentaban solucionarlo, nosotros/as ya teníamos un buen sistema”.

“No creo que Nueva Orleans se hubiera recuperado jamás sin esos/as voluntarios/as. San Marcos en Lincoln, Nebraska envió un equipo cada año durante 16 años consecutivos” añadió.
En cuanto a la gestión de casos, la cantidad de voluntarios/as y la permanencia durante años “no creo que nadie rivalizara con La Iglesia Metodista Unida” dijo Blue.
Crawford comentó que una amiga de California vino de visita y comentó sobre la cantidad de equipos de voluntarios/as de la iglesia que estaban trabajando en Nueva Orleans. "Me preguntó: '¿Nueva Orleans será reconstruida por la iglesia?'".
Crawford agregó que junto con muchos/as voluntarios/as, estaban los/as innumerables inmigrantes indocumentados/as que reconstruyeron la ciudad. "En un momento dado, se habló seriamente de erigir una estatua en su honor" dijo.
Iglesia Metodista Unida Rayne Memorial en Nueva Orleans. Foto de Mike DuBose, Noticias MU.
* Gilbert es escritora independiente en Nashville, Tennessee que cubrió para Noticias MU las secuelas del huracán Katrina en 2005. Contacto con los medios de comunicación: Julie Dwyer. Le puede escribir a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org