¿Qué significan una inminente división denominacional y una pandemia impredecible para los resultados de La Iglesia Metodista Unida?
La junta del Concilio General de Finanzas y Administración (GCFA por sus siglas en inglés) lidió con esa pregunta mientras sus miembros revisaban el presupuesto de toda la denominación que se presentará a la próxima Conferencia General. La junta de la agencia financiera ya se estaba preparando para enviar a la asamblea legislativa el presupuesto más bajo en más de 30 años. El 1 de diciembre, por una votación de 18 a 1, la junta aprobó reducir aún más el presupuesto de cuatro años propuesto, a un total de aproximadamente $407,3 millones para los años 2023-2026.
Eso marca un recorte de casi el 33%, un tercio, del presupuesto que la Conferencia General aprobó en 2016 para apoyar los ministerios de toda la denominación.
La propuesta actual también sería el presupuesto más bajo presentado a la Conferencia General desde 1988, según la Comisión de Archivos e Historia de la denominación. En ese momento, la denominación tenía alrededor de 3 millones menos de miembros que hoy, y aún tenía que establecer la Universidad de África, ahora apoyada por fondos denominacionales.
Aun así, los miembros de la junta enfatizaron que la propuesta de presupuesto sigue siendo un trabajo en progreso y podría cambiar aún más, pues están tratando de obtener una imagen clara de cómo será la base financiera de la denominación en el futuro cercano, y una niebla de incógnitas nubla su vista.
Después de décadas de intensificar el debate sobre la inclusión LGBTQ, la próxima Conferencia General enfrenta múltiples propuestas para una separación denominacional, pero nadie sabe cuántas congregaciones se irán si se aprueba un plan de separación. Del mismo modo, nadie puede decir cuándo la mortal pandemia dejará de trastocar vidas.
“Son proyecciones de cosas que nunca habíamos hecho, y no tenemos datos sobre cómo una pandemia y la desafiliación afectarán a nuestras iglesias en el futuro" dijo Christine Dodson, vicepresidenta de la junta de la GCFA que forma parte del Equipo Asesor de Presupuestos de la denominación. También es tesorera y gerente comercial de la Conferencia Anual de Carolina del Norte.
La junta tiene las conjeturas fundamentadas de los/as líderes de las conferencias anuales de los Estados Unidos, los organismos regionales que proporcionan la mayor parte de los fondos para los ministerios de toda la denominación. Tanto en 2020 como este año, la GCFA encuestó a tesoreros/as de las conferencias, obispos/as, superintendentes de distrito y otros/as para tener una mejor idea del impacto financiero de las desafiliaciones congregacionales.
Con base en la encuesta de este año, la agencia financiera ahora estima que la denominación podría perder alrededor del 25,5% de los gastos netos de las iglesias locales de Estados Unidos para 2025. Esa es una pérdida mayor que la proyectada en la encuesta del año pasado, que solo solicitó estimaciones hasta 2024.
Los resultados de la encuesta no significan que las conferencias esperan que más de una cuarta parte de las iglesias metodistas unidas en los Estados Unidos se separen o cierren durante los próximos cuatro años. Los gastos netos pueden variar ampliamente según la congregación y las circunstancias. Lo que sí significan es que los/as líderes de la conferencia pronostican que las salidas y cierres de iglesias resultarán en una disminución sustancial en uno de los factores clave utilizados para determinar el presupuesto de la denominación. Tal y como están las cosas, algunas iglesias ya se están yendo sin esperar a que la Conferencia General actúe.
GCFA informa que, en 2020, 32 congregaciones estadounidenses se desafiliaron de La Iglesia Metodista Unida (IMU), lo que representa solo una pequeña fracción de las más de 31.000 iglesias metodistas unidas de la denominación en todo el país.
El Rev. Steve Court, miembro de la junta de la GCFA y ex director de ministerios conexionales de la Conferencia Anual del Este de Ohio, le dijo a la junta que pensaba que los estimados de gastos netos podrían ser demasiado negativos sobre lo que depara el futuro, por lo que agregó: “Solo quiero seguir destacando eso porque tiene impacto real ministerial sobre el nivel de corte que hacemos en este momento”.
El Obispo Mike McKee de la Conferencia Anual del Norte de Texas, presidente de la junta de la GCFA, estuvo de acuerdo con la Corte en que las estimaciones estaban lejos de ser definitivas. McKee dijo que los/as líderes de la conferencia tienden a responder la pregunta de desafiliación de manera muy diferente, según su función. "Esto va a ser muy difícil de pronosticar y soy de la opinión de que la gente caminará más que las iglesias" dijo McKee, y agregó que no conoce mejor forma de hacer proyecciones presupuestarias.
En otras acciones
Además de su trabajo en un presupuesto denominacional 2023-2026, la junta del Concilio General de Finanzas y Administración también aprobó los planes de gastos para 2022 de varios ministerios metodistas unidos.
La junta de la GCFA nunca espera una tasa de recaudación del 100%, y las conferencias también han comenzado a pagar los aportes en previsión de la reducción del presupuesto y sus nuevas asignaciones. Con eso en mente, la mayoría de las agencias metodistas unidas presupuestaron en 2022 tasas de recaudación de entre el 60% y el 65%. El propio GCFA presupuestó una tasa de recaudación del 50%. La mayoría de las agencias están presupuestando una disminución de sus reservas en 2022.
Durante una sesión a puerta cerrada, la junta de la GCFA también aprobó la venta de la sede de la agencia financiera en 1 Music Circle North en Nashville, Tennessee. Las negociaciones continúan. La agencia planea dar a conocer los detalles una vez finalizada la venta.
La reunión de la junta del 30 de noviembre al 1 de diciembre fue emblemática en referencia a la incertidumbre que enfrenta el grupo. Hasta el día anterior a la reunión, la mayoría de sus miembros planeaban estar en Nashville, Tennessee para la primera reunión en persona del grupo desde que el COVID-19 canceló los viajes a mediados de marzo de 2020. Sin embargo, el aumento de casos de COVID-19 en Nashville condujo a la junta a cancelar el formato híbrido y reunirse únicamente en línea.
La pandemia también ha causado estragos en la Conferencia General, que normalmente se ocupa de la legislación, incluido el presupuesto de la denominación, cada cuatro años. El COVID-19 ha forzado dos veces el aplazamiento de la asamblea internacional de sus fechas originales de 2020 y ha puesto en duda si la gran reunión puede seguir adelante como se planeó ahora del 29 de agosto al 6 de septiembre en Minneapolis.
Mientras tanto, el Concilio Judicial de la denominación, equivalente a la Corte Suprema, ha dictaminado que las asignaciones presupuestarias aprobadas por la Conferencia General de 2016 siguen vigentes hasta que la asamblea legislativa apruebe una nueva fórmula de distribución.
Con tantas dudas en el aire, la Comisión de la Conferencia General ha pedido a la junta de la GCFA que le dé a los/as delegados/as la opción de votar sobre un presupuesto que podría llevar la denominación hasta el 2026.
El presupuesto que aprueba la Conferencia General se distribuye entre las conferencias, que a su vez solicitan distribuciones o porciones de las ofrendas de sus iglesias locales. GCFA solicita aportes de cada conferencia de los Estados Unidos según una fórmula que incluye los gastos netos de su iglesia local, la fortaleza económica de la conferencia y un porcentaje base aprobado por la Conferencia General.
La junta de la GCFA está pidiendo a la próxima Conferencia General que elimine la parte de la fortaleza económica de la fórmula y reduzca sustancialmente el porcentaje base.
La planificación presupuestaria es un proceso de varios pasos, y las votaciones de la junta de la GCFA el 1 de diciembre representan solo el comienzo. El siguiente paso son las asignaciones.
Los aportes apoyan siete fondos denominacionales. El 1 de diciembre, la junta de la GCFA hizo recomendaciones sobre la distribución de dos: el Fondo Episcopal, que apoya a los/as obispos/as, y el Fondo de Administración General, que apoya a la Conferencia General, el Concilio Judicial, Archivos e Historia, y la propia agencia financiera.
Ahora le toca a la Mesa Conexional, un organismo de liderazgo de la iglesia, recomendar asignaciones entre los otros cinco fondos.
Esos fondos incluyen el Fondo de Educación Ministerial, que apoya los seminarios metodistas unidos y el desarrollo del clero; Black College Fund, que apoya a 11 escuelas afiliadas a iglesias históricamente negras; el Fondo Universitario de África y el Fondo de Cooperación Interdenominacional, que apoya el trabajo ecuménico. El más grande es el Fondo de Servicio Mundial, que apoya el trabajo de ocho agencias de la iglesia en general y la propia Mesa Conexional, y que también apoya el trabajo de Noticias Metodistas Unidas.
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Según la propuesta de presupuesto actual, la Mesa Conexional tiene alrededor de $294,8 millones para distribuir entre esos cinco fondos, lo que representa aproximadamente un 37% menos que lo asignado con el presupuesto aprobado por la Conferencia General de 2016. La Mesa Conexional planea llevar sus asignaciones revisadas a una reunión conjunta con la junta de la GCFA en mayo.
El Comité Asesor Económico, un grupo de pronosticadores/as financieros/as metodistas unidos/as, considerará la próxima actualización de las proyecciones en junio. Con base en esas proyecciones, la junta de la GCFA y la Mesa Conexional generalmente continúan haciendo ajustes presupuestarios hasta que se reúne la Conferencia General.
En última instancia, la Conferencia General tiene la última palabra sobre la forma del presupuesto denominacional.
* Hahn es asistente al editor de noticias para Noticias MU. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina@umcom.org
