Los profesionales médicos instan a que la forma más segura de celebrar un servicio del Miércoles de Ceniza este año sea a través de un culto familiar en casa.
Recibir la ceniza es una manera de confrontar nuestra humanidad y mortalidad. Nos recuerda que no somos Dios, pero una buena creación de Dios. Con ello reconocemos que nuestros cuerpos no van a durar para siempre y que eventualmente nos encontraremos cara a cara con la realidad de nuestra propia muerte.