Cindy Johnson, diácona metodista unida que vive en Brownsville, estado de Tejas, se dedica a atender a los/as miles de migrantes que ingresan a esta área del país, en busca de mejoras en sus vidas y mayor seguridad. Hasta la llegada del COVID-19, ella visitaba personalmente a los/as inmigrantes casi a diario mientras acampaban bajo el puente Matamoros, que conecta Estados Unidos y México, mientras esperan la oportunidad de pedir asilo. Pero el COVID-19 impide ahora que Johnson y otros/as ministren a los/as migrantes personalmente.
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De la página de Recursos de Inmigración de Mujeres Metodistas Unidas: “Oren por nuestras líderes electas; por las familias que están separadas, por quienes se presentan ante los jueces para pedir asilo, por quienes comienzan el viaje, por los/as abogados/as y voluntarios/as que los/as apoyan. Oren para que podamos tener compasión.
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Noticias MU ha informado sobre el trabajo de la iglesia en ambos lados de la frontera de Estados Unidos y México.
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Los/as migrantes siguen llegando a pesar del COVID-19, y los pequeños grupos de personas que alguna vez acamparon debajo del puente, esperando su turno para buscar asilo, fueron trasladados a un campamento junto al río y ya son más de 2.500 en una ciudad de carpas.
A Johnson sólo se le permite visitar las tiendas de campaña los martes durante dos horas y tiene que mantenerse alejada de los/as migrantes; ella informa que un equipo de médicos de Global Response Management brinda servicios de atención primaria a tiempo completo y opera una farmacia, y los días que visita el campamento, recibe solicitudes de los/as médicos/as y compra los suministros necesarios con donaciones enviadas al Distrito de El Valle, Conferencia Anual de Río-Tejas. Recientemente compró US $1.000 en repelente de insectos para quienes viven en las carpas. “Estamos en Tejas y cuando hace calor hay muchos mosquitos” dijo en una entrevista con Noticias MU.
Johnson dijo que el campamento tiene estaciones de lavado y ha acordonado una sección para personas que se enferman; ya no les puede traer comida, pero otros/as lo están haciendo.
El Brownsville Herald informó recientemente sobre el campamento, y Johnson dijo que las condiciones son "horribles" pero que tiene esperanza de que eso cambie, y agregó "Por favor mantengan a nuestros/as hermanos y hermanas migrantes en sus oraciones".
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Cindy Johnson analiza las necesidades de los/as migrantes que viven en un campamento en Matamoros, México, durante la pandemia del COVID-19, que incluyen máscaras, vitaminas para niños/as e instalaciones médicas. Video cortesía de la página de Facebook de Cindy Johnson.
Las Cruces, Nuevo México
El Rev. George Miller de la Iglesia Metodista Unida El Calvario, informa que el COVID-19 ha dificultado el ministerio mientras se mantienen las directrices de salud, por lo que la mayoría de los/as solicitantes de asilo han regresado a México desde que la administración Trump cerró la frontera.
En noviembre de 2019, el Equipo de Trabajo Metodista Unido sobre Inmigración (UMITF) visitó la IMU de El Calvario, así como los campamentos de migrantes cerca del Puente Internacional Paso del Norte, que conecta Juárez con El Paso. Metodistas unidos/as se ofrecieron como voluntarios/as en ese campamento. “Con la prisa por abastecerse de suministros, tanto en México como en los Estados Unidos, los refugios se han descuidado un poco. La mayoría de las donaciones en especie se han agotado debido a la escasez de artículos para la salud y la limpieza, sin pañales, productos sanitarios, etc… por lo que tomamos los artículos de ‘emergencia’ en la frontera como podamos" dijo Miller.
La IMU El Calvario ha comenzado un desafío para que los/as beneficiarios/as de las ayudas que ha proporcionado el gobierno federal por el COVID-19, puedan donar total o parcialmente recursos provenientes de esta ayuda.
Miller dijo que los/as inmigrantes no pueden beneficiarse de varios paquetes de estímulo del gobierno y que son las primeras personas en ser despedidas. “Mencionaré dos familias, una donde el padre fue despedido de un restaurante y la otra una madre que limpiaba casas y ahora no es bienvenida en las casas por temor al virus; están desesperados/as y no saben dónde acudir" dijo.
La iglesia aún proporciona alimentos y ropa, y está tratando de proporcionar asistencia financiera, dijo Miller. “Estamos comprometidos/as a estar presentes en el sur de Nuevo México para todos/as los/as inmigrantes. Estamos contratando a un director de programa para servicios de inmigración” dijo Miller.
Tijuana, México y San Diego
El Rev. Joel Hortiales, director de Ministerios Hispanos/Latinos y Asuntos Fronterizos de la Conferencia Anual California-Pacífico, y el Obispo Felipe Ruiz Aguilar de la Iglesia Metodista de México, Tijuana, han estado trabajando juntos para servir a los/as migrantes que intentan cruzar de Tijuana a San Diego. Ya no entran grandes oleadas de personas, dijo Hortiales y añadió que un gran campamento de migrantes dirigido por la Guardia Nacional Mexicana mantiene a los/as residentes en cuarentena y no permite que los/as voluntarios/as de la iglesia lo visiten.
"Todavía no hay casos de COVID-19 en los refugios, pero la ciudad de Tijuana informó la semana pasada de 400 casos y la ciudad de Mexicali tenía 20" dijo y como en la mayoría de los Estados Unidos, se le pide a los/as ciudadanos/as que se queden en casa hasta mayo. El programa de alimentación de la Iglesia Metodista de México en Tijuana cerró sus puertas el 3 de abril, concluyó.
“El Obispo Ruiz dijo que el gobierno está permitiendo que el programa de alimentación prepare alimentos para regalar en la calle fuera de las instalaciones, con las personas usando máscaras y manteniendo la distancia adecuada; con ello los/as metodistas están haciendo todo lo posible para ayudar” dijo Hortiales.
Como la mayoría de las iglesias en los Estados Unidos, la Iglesia fronteriza El Faro -iniciativa bi nacional de La Iglesia Metodista unida (IMU) y la Iglesia Metodista de México A.R. (IMAR) ofrece servicios en línea. Durante muchos años, ambas iglesias han compartido la comunión todos los domingos a través de la frontera, que era la única conexión que muchas familias tienen con sus seres queridos, pero por ahora ha sido suspendida.
El Instituto Lydia Patterson, una escuela preparatoria universitaria metodista unida en El Paso, Tejas, cambió a clases en línea debido al COVID-19. El 70% de sus estudiantes son de Juárez, dijo Socorro de Anda, presidente de la escuela.
Abogando en los Estados Unidos
Más de 200 organizaciones religiosas, incluida la Junta General de Iglesia y Sociedad de La IMU (GBCS), enviaron una carta a la administración Trump, el Congreso y los/as gobernadores/as pidiéndoles que incluyan a los/as solicitantes de asilo en el programa de emergencia por el COVID-19. La carta fue posterior a una declaración anterior de la Coalición de Inmigración Interreligiosa que pedía el fin del prejuicio médico contra los/as inmigrantes.
“Los/as inmigrantes, refugiados/as y solicitantes de asilo son parte de nuestras comunidades; sirven en la primera línea de la pandemia, mantienen nuestras cadenas de suministro funcionando y pagan impuestos. Para enfrentar el miedo a la deportación, separarse de sus familias o no poder acceder a la atención médica mientras lo hacen no sólo es trágico, sino innecesario ” dijo el Rev. John L. McCullough, metodista unido, presidente y CEO del Servicio Mundial de Iglesias (CWS por sus siglas en íngles).
“Muchos de quienes serán vulnerables sin las protecciones que pedimos, están casados/as, son padres o hijos/as de ciudadanos/as estadounidenses. Estos son pasos concretos que nuestros/as funcionarios/as electos pueden tomar para protegerlos/as, asegurándose que el temor al COVID-19 no se combine con crueldad”.
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Justicia para Nuestros/as Vecinos/as
Justicia para Nuestros/as Vecinos/as es una red de abogados/as metodistas unidos/as que ofrece representación legal completa en 18 localidades en los Estados Unidos. Rob Rutland-Brown, director de la red dijo que su trabajo continúa durante la pandemia y emitió un llamado a la acción para detener una orden ejecutiva que entró en vigencia el 23 de abril y tendrá duración de 60 días para suspender la inmigración a los Estados Unidos.
La orden se estableció para proteger a la fuerza laboral de la nación, pero Rutland-Brown dijo que era claro para Justicia para Nuestros/as Vecinos/as (JFON por sus siglas en inglés), que el objetivo es frenar la inmigración basada en la familia; y que perjudicará a los/as ciudadanos/as estadounidenses y a los/as titulares de la tarjeta de residente (inmigrantes autorizados a vivir y trabajar en los Estados Unidos) que buscan reunirse con sus familias.
“Muchos de ellos/as (clientes) carecen de acceso a alimentos, no pueden trabajar y tienen ansiedad por buscar atención médica, mientras se preocupan por su estado migratorio. Todavía se requiere que algunos clientes asistan a salas de audiencia abarrotadas, obligados/as a enfrentar el riesgo de contraer el COVID-19 o ser deportados/as” concluyó.
Rutland-Brown dijo que los/as abogados/as están interactuando de forma remota con sus clientes mientras descubren las mejores formas de llevar a cabo la misión de Justicia para Nuestros/as Vecinos/as en "aguas desconocidas". "Esta proclamación va en contra de los valores compartidos de nuestra nación, nuestra fe y de nuestra Red JFON. Damos la bienvenida a los/as inmigrantes pues sabemos que fortalecen nuestras comunidades y nuestra economía; además creemos que todas las familias deben permanecer juntas" dijo.
* Gilbert es reportera de noticias para Noticias MU. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a newsdesk@umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina@umcom.org