Rev. Scott Hughes. Foto cortesía de Ministerios de Discipulado.
Artículos de Opinión
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Aunque abogo por que los/as líderes de la iglesia aprovechen las nuevas plataformas de Inteligencia Artificial (IA) como los modelos de aprendizaje de idiomas (LLM), incluidos ChatGPT, Perplexity y Claude, entiendo que estos recursos pueden resultar abrumadores para algunos/as. Estas plataformas presentan tanto una bendición como una maldición para quienes deciden emplearlas. He apreciado cómo ChatGPT puede ayudar a responder más rápido y mejor a correos electrónicos estándar, intercambiar ideas sobre artículos, dar comentarios sobre ideas para sermones y muchos otros usos. Sin embargo, también tengo dudas, reservas y temores acerca de la IA. Por ejemplo, temo el inevitable uso indebido de la IA para avivar temores y engaños en este y futuros períodos electorales. Me preocupan los usos que intentarían reemplazar las relaciones y brindar pseudocuidado.
Un participante en un seminario web reciente "Aprovechando la IA para la excelencia de la Iglesia" dijo: “Dudo que la IA nos libere para cosas más importantes como el pasar más tiempo con la familia o dedicarnos al ocio. Como cualquier otro avance tecnológico, probablemente sólo nos presionará más para producir más. Seguiremos estando sobrecargados/as de trabajo, pero ahora se espera que hagamos aún más cosas”. Comparto esta preocupación y aunque lamentablemente esto puede ser cierto para muchos/as, mi esperanza y razón particular para abogar por que las iglesias aprovechen esta tecnología es liberar a los/as líderes ministeriales para que tengan más tiempo para dedicarse a la misión y a un discipulado más profundo, aunque no soy tan ingenuo como para creer que siempre será así.
Ecos del Pasado
El comentario de un participante en este seminario web recordó la historia de las exigencias del faraón a los esclavos hebreos de producir más ladrillos con menos paja. Si bien los modelos de aprendizaje de idiomas pueden prometer eficiencia, existe el riesgo de que estas nuevas herramientas se conviertan en la “pajita” que exige el equivalente actual de los faraones, que ven la productividad como el valor más alto. Esto podría ser especialmente cierto en una sociedad capitalista que valora la productividad. El comentarista también señaló que los/aspastores/as ya están sobrecargados/as.
Si bien los modelos de aprendizaje de idiomas pueden prometer eficiencia, existe el riesgo de que estas nuevas herramientas se conviertan en la “pajita” que exige el equivalente actual de los faraones, que ven la productividad como el valor más alto.
LLMS: Una herramienta única
En esta dinámica sobrecargada y estresante que experimentan los/as pastores/as se encuentra el recurso ahora disponible de los modelos de aprendizaje de idiomas. Estas plataformas son más que herramientas pues son únicas en sus habilidades y uso. Mientras estos sofisticados algoritmos son capaces de desempeñar muchas funciones a un nivel muy alto, nuestra capacidad de interactuar con ellos mediante lenguaje natural presenta desafíos únicos. Interactuamos con ellos como lo haríamos con cualquier conversación, pregunta y respuesta, refinando y aclarando; por lo tanto, podría resultar fácil confundir estas interacciones con una relación. Después de todo, los/as humanos/as estamos programados para las relaciones.
Estamos hechos/as para más que esto
Con estas dinámicas en mente, deberíamos buscar algunas creencias fundamentales que puedan guiarnos en el uso adecuado de la IA. Creemos que todas las personas están hechas a imagen de Dios y, por lo tanto, tienen valor aparte de su capacidad de producir. El mandamiento divino del descanso , el cuarto de los Diez Mandamientos en Éxodo 20:8-11 es una práctica intencional de resistencia contra las demandas implacables de productividad. Demuestra nuestra dependencia de Dios, el dador de todo lo que tenemos.[i] El descanso es un regalo y una necesidad; ni la plenitud ni la santidad pueden experimentarse sin descanso.
Además, ser hechos/as a imagen de Dios revela que estamos hechos/as principalmente para nuestra relación con Dios y los/as demás. Como nos enseña el Gran Mandamiento de Jesús en Mateo 22:36-40, nuestro objetivo más elevado es tener relaciones de amor, no transacciones.
Como vemos en los primeros capítulos del Génesis, fuimos creados/as para administrar los dones de Dios. El trabajo puede aportar la dignidad del propósito y la influencia, contribuir al bienestar de los/as demás y expresar creatividad. Sin embargo, quienes no pueden o eligen no trabajar son valorados como portadores de la imagen de Dios.
Desafíos a los extremos del capitalismo
Estos importantes recordatorios sobre la personalidad luchan contra cualquier noción de que las personas son simplemente medios de producción y/o ganancias.[ii] Estas historias fundamentales de nuestra fe podrían resultar en la necesidad de tener conversaciones francas y sinceras con el personal, el/la pastor/a o los comités de relaciones parroquiales[iii] sobre el equilibrio entre vida personal y laboral, y cómo modelar una forma de vida santa.
Como muchos/as otros/as, creo que estamos al comienzo de la integración de la IA con nuestro trabajo y nuestra vida. Quizás aprecié mucho el comentario del participante del seminario web porque era un recordatorio necesario de nuestras creencias fundamentales. El “trabajo” de la iglesia debería consistir principalmente en crear comunidades que reflejen la gloria de Dios en y a través de relaciones de compasión, vulnerabilidad y empatía. Las promesas de una mayor calidad del trabajo y una mayor eficiencia son buenas, pero deberían servir al propósito de las relaciones y apuntar hacia una forma de ser más holística. Si bien espero que los modelos de IA y aprendizaje de idiomas puedan servir a la iglesia, mi mayor esperanza es que la iglesia pueda modelar una mejor forma de ser. Para respaldar esta visión, los Ministerios de Discipulado continuarán ofreciendo seminarios web y produciendo recursos que orienten a las iglesias en el uso de estas plataformas para promover el discipulado.
[i] Vea también el Artículo XIV – El Día del Señor en ¶104 del Libro de Disciplina de La Iglesia Metodista Unida como parte de La Confesión de Fe de la Iglesia Evangélica de los Hermanos Unidos.
[ii] Consulte el Libro de Disciplina de La Iglesia Metodista Unida (particularmente Los Principios Sociales ¶163 IV. La Comunidad Económica, C) Trabajo y Ocio entre otros Principios Sociales para obtener más orientación.
[iii] Vea El Libro de Disciplina de La Iglesia Metodista Unida, ¶258.2 específicamente
* Hughes es el Director Ejecutivo de Vitalidad Congregacional y Discipulado Intencional, Anciano de la Conferencia Anual del Norte de Georgia, M.Div. del Seminario Teológico de Asbury, D. Min. De la Universidad Metodista del Sur, copresentador del podcast Grupos Pequeños al Estilo Wesleyano, creador del proyecto Conversaciones Valientes, y facilitador de la serie de enseñanza Cómo iniciar grupos pequeños.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
