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Bueno, aquí estamos entrando en la temporada de Epifanía, ya que el sábado 6 de enero de 2024 marcó el final de la Navidad y comienzo de esta temporada de Epifanía.
Muchos/as comenzaron el proceso de guardar cuidadosamente los adornos navideños, las coronas de adviento, los pesebres, los pastores, las ovejas y, por último, los magos. También empacaron toda la decoración navideña inflable del jardín.
Y muchos/as reemplazarán esos artículos con morado, dorado y verde mientras nos preparamos para el Mardi Gras en Luisiana y las comunidades comprarán pasteles de reyes, prepararán carrozas de Mardi Gras y seleccionarán su vestimenta para un baile.
Sin embargo, mi pregunta es: ¿realmente dejamos de lado la Navidad?
Quizás lo hagamos visualmente, pero ¿no reside realmente la Navidad en el corazón humano?
En 2019 me intrigó el poema del Rev. Dr. Howard Truman llamado “La obra de Navidad”.
A menudo se puede encontrar su poema impreso en tarjetas navideñas, boletines de iglesias, placas, carteles, recuerdos cristianos y otras cosas.
Sin embargo, cuando leí recientemente su poema, creó una gran epifanía en mi mente y una revelación en mi corazón y mi alma, y por primera vez me di cuenta de que la Navidad nunca se guarda, aunque la pongamos en una caja en un estante, en el ático o en el armario.
La Navidad no es sólo un árbol elegantemente decorado con cajas perfectamente envueltas y lazos a juego, o pesebres con Reyes Magos, pastores y ángeles.
La Navidad o mejor dicho, el nacimiento de Jesús, reside diariamente en el corazón de cada discípulo/a de Jesucristo.
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En ese poema, me di cuenta de que Jesús es la obra de la Navidad y que la obra de la Navidad está en nuestras manos y pies, en nuestra vida y respiración, en nuestra escritura y mensajes de texto, en nuestras mentes y corazones, en nuestras acciones y encuentros, tanto largos como pequeños.
La obra de la Navidad es cómo nos vemos y respondemos unos/as a otros/as, y resumiendo, me di cuenta de que la obra de la Navidad nunca termina, y está vigente los 365 días del año, 24 horas al día, 7 días a la semana en mí, en ti, en nosotros/as. Emmanuel está siempre con nosotros/as.
Así que este año, queridos/as hermanos y hermanas, mientras guardamos los adornos navideños, caminemos con Dios y fortalezcámonos unos/as a otros/as como discípulos/as de Jesucristo en la Conferencia Anual de Luisiana de La Iglesia Metodista Unida.
Ofrezcámonos de manera individual y colectiva plenamente a la obra de la Navidad.
Los/as invito a todos/as a escuchar las palabras de Thurman desde una nueva perspectiva:
Cuando la estrella en el cielo se haya ido,
Cuando los reyes y los príncipes estén en casa,
Cuando los pastores regresen con su rebaño,
Comienza la obra de Navidad:
Para encontrar a los/as perdidos/as,
Para sanar a los/as quebrantados/as,
Para alimentar a los/as hambrientos/as,
Para liberar al/la prisionero/a,
Para reconstruir las naciones,
Para traer la paz entre todos/as (*hermanos y hermanas)
Hacer música en el corazón.
¿No es esto a lo que estamos llamados a hacer?
Avancemos con Esperanza (HOPE) en el año 2024 con la obra de la Navidad viviendo y respirando en nuestros corazones y en todo lo que hacemos.
¡Que así sea!
* Williamston es Obispa de la Conferencia Anual de Luisiana.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
